Zaira Nara cumplió 23 años ayer y no quiso hacer un gran festejo. En cambio, la morocha salió a cenar junto a algunas amigas, su manager Willy García Navarro y su papá. Como si todo fuera poco, ni su mamá ni Wanda estuvieron presentes porque se encontraban ambas en Italia.
Lo cierto es que no fue cumpleaños más. Al menos, si nos remontamos a lo que había proyectado algunos meses atrás. Zaira imaginaba que cuando llegara su cumpleaños ya se habría convertido en la señora de Forlán… pero como es sabido, el cuento de hadas no tuvo un final feliz. En vez de terminar con “comieron perdices”, la historia de amor culminó con el (ya) histórico “¡menos mal que no me casé!”. La separación se tornó escandalosa, y ahora Zaira y Diego están cada uno por su lado.
Por estos días, la morocha se muestra sin alianza, recuperándose del escándalo y trabajando a full en Buenos Aires (en lugar de la planeada luna de miel), mientras el futbolista disfruta de las playas de Miami buscando un poco de relax.
Por ello, la menor de las Nara prefirió no ostentar demasiado y festejar su día con una reunión súper íntima en el restó Onorata, en pleno Palermo Hollywood. El comienzo de la cena fue en el primer piso y ella sopló las velitas en la planta baja del lugar, siempre a puertas cerradas a la prensa. Zaira tampoco eligió un atuendo acorde a una noche especial. Aunque estaba hermosa como de costumbre, la participante de Bailando 2011 lució unos jeans, una remera blanca, una campera negra y unas botas sin taco color rosa; además estaba casi a cara lavada.
Otro dato curioso es que en el día de su cumpleaños fue una carita con cara triste (un emoticón) y un corazón. Pero la pregunta del millón es: ¿la habrá llamado Forlán?