Cerdeña es una coqueta isla italiana, la segunda en tamaño del Mediterráneo y la octava en toda Europa. La habitan más de un millón y medio de personas, y miles de turistas visitan sus costas verano a verano. Entre ellos, Silvina Luna. Por estas horas, la rosarina disfruta de las aguas cristalinas, en medio de un viaje con amigas que la llevó a recorrer distintos puntos del Viejo Continente.
Mientras los coletazos del video prohibido siguen ocupando lugar en los medios (a propósito, ¿no es de doble moral criticar la difusión de las imágenes y segundos después opinar sin pruritos del contenido del mismo, calificando performances y midiendo parámetros de cariño?), Silvina vuelve a ser noticia. Pero esta vez, por un supuesto affaire con otro famoso que está en las primeras planas desde hace meses: Diego Forlán. Según versiones que crecieron con el correr de las horas y el copy paste en la Web, el ex de Zaira Nara estaría comenzando algo más que una amistad con Luna, luego del primer encuentro que tuvieron durante la Copa América, cuando ella lo entrevistó en la concentración de la Selección Uruguaya (ver solapa "video").
A raiz de este rumor, Ciudad.com se comunicó con la modelo y conductora durante su descanso en Cerdeña. Y su respuesta fue contundente: "¡Es cualquiera lo de Forlán! Yo estoy de novia con Martín (Vari). Ya llevamos un tiempo desde que nos reconciliamos y estamos muy bien. Me gustaría evitar hablar de mi vida privada, pero que inventen algo así me llama la atención", explicó Silvina.
"La única vez que vi a Forlán fue en la entrevista que le hice para la Copa América, nada más. No entiendo cómo pueden inventar toda una historia de la nada", aclaró la rosarina. "Hace dos semanas que estoy de viaje con mis amigas por Europa y vuelvo en unos días a Buenos Aires. Eran unas vacaciones que tenía programadas desde hace tiempo, no tuvo nada que ver con lo del video. ¿Cómo estoy con ese tema? No quiero hablar. Cuando me enteré que estaba en Internet me puse muy mal, es feísimo lo que pasó", dijo, antes de terminar la comunicación y volver a zambullirse en el Mar Mediterráneo, bien lejos de los rumores que la ubican nuevamente en el centro de la escena. A sol y Luna.