Tras la fallida actuación de la Argentina en la Copa América, Lionel Messi ya volvió al trabajo y empezó con los entrenamientos en el Barcelona, bajo las órdenes de Pep Guardiola. Pero antes se tomó unos días de descanso y se fue a Ibiza con su novia de siempre… Sí, leyó bien: con su novia desde hace dos años, Antonella Roccuzzo.
En los últimos meses, varias mediáticas hablaron de la estrella del Barça y sus supuestos affaires con el crack mundial, como Andrea Rincón y Xoana González. El no salió a desmentirlos (sí su entorno), pero su abuelo contó que ya no estaba en pareja, declaraciones que Messi si desmintió. Y como dice el dicho, una imagen vale más que mil palabras.
Las fotos que publica la revista ¡Hola! España contradicen cualquier especulación con respecto a una separación… más bien muestran todo lo contrario. Leo y Antonella estuvieron a puro mimo en las paradisíacas playas de Ibiza. Según detalla la publicación de la Madre Patria, la pareja se alojó en una lujosa casa de la isla y alquiló un yate para disfrutar de la costa del Mediterráneo.
Messi y Roccuzzo navegaron hasta Formentera, perteneciente también a las Islas Baleares. El tiempo los acompañó y el futbolista fue captado mientras andaba en jet ski y caminando por la orilla. Además aprovechó su estadía para lucir su nuevo tatuaje: ahora Leo tiene la cara de su madre, Celia Cuccitini, dibujada en la espalda, debajo de su hombro izquierdo. Porque al final... ¡lo primero es la familia!