Tras la inesperada muerte de Amy Winehouse, sus familiares y amigos despidieron sus restos en un funeral privado, en el cementerio londinense de Edgwarebury, al que asistieron 250 personas.
La ceremonia se realizó con un amplio despliegue de seguridad y duró unos 45 minutos. Contó con la presencia de su padre Mitch; su madre Janis; su amigo, colega y productor Mark Ronson; y su compañera Kelly Osbourne, entre otros tantos amigos del mundo del espectáculo y la música.
“Buenas noches, ángel mío, que duermas bien. Tu papá y tu mamá te quieren muchísimo", se despidió el padre de Amy, muy conmocionado por la muerte de su hija.
Una vez finalizados los funerales, la familia Winehouse, de tradición judía, realizará dos días de Shiva, el periodo de duelo de la religión. Luego, el cuerpo de la cantante inglesa será cremado en el cementerio donde yace su abuela, en el barrio judío de Golders Green.