"¡Tano, nos fuimos a la B, la c... de la loraaaa!". La camioneta negra aminora su marcha sobre Udaondo, un muchacho saca la cabeza por la ventanilla y lanza el grito, contundente, a lo Tano Pasman. El receptor del mensaje es, precisamente, el Tano Pasman. El estadio Monumental, silencioso testigo del momento.
Y ahí está Santiago José Pasman, el hombre que inauguró una nueva manera de insultar frente a un televisor, caminando por Figueroa Alcorta, descubriendo a cada paso su repentina fama, cual Cristian U. que sale triunfador de Gran Hermano. "Grande, Tano, putealos a todoooos", deja al pasar un Renault 19.
"Todo esto me sobrepasó. No quería salir en los medios, pero como insistían tanto, preferí acceder a las notas, más que nada para aclarar que los insultos fueron cosa del momento, no quise ofender a nadie", explica una y otra vez el hincha de River que dejó el anonimato a sus 52 años. Lo repite por tele, por radio, por cuanto programa lo requiera.
"¿Puede ser un autógrafo?", se acerca un treintañero. "¡Tano, una foto, por favor!", le pide una adolescente. "Es el que putea en YouTube", le explica un estudiante a su compañero de colegio, antes de sacar su celular para llevarse una instantánea.
La gente se amontona en la estación de servicio que está frente a la cancha, mientrás Pasman posa para la lente de Ciudad.com. "¿Podría ser un grito para la cámara?", le pide la fotógrafa. "No, dejá... No me hagas hacer más payasadas de las que hice en el video", le implora él. No hace falta. Su show ya quedó inmortalizado en la Web.