Hoy se cumplen 76 años de su muerte. Una muerte que sorprendió a todos. estaba en la cumbre de su carrera, era conocido mundialmente y el tango argentino, de su mano, se hacía famoso en el planeta. recuperó imágenes de aquel trágico 24 de junio de 1935 por la mañana, cuando Gardel nos dejó, cambiando la historia del tango y eternizándose en la memoria colectiva.
Gardel en compañía de Alfredo Le Pera (su coequiper) y sus músicos salieron de Bogotá, Colombia, rumbo a Cali. Tuvieron que una escala técnica en el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, conocido como Las Palmas y, sin saberlo, allí estaba por encontrar un trágico final a su destino.
A las tres de la tarde, el Ford F-31 de la empresa Saco, carreteó por el aeropuerto y se estrelló aún en tierra con un avión Ford F-11 de Scadta. De los trece tripulantes, sólo sobrevivieron el profesor de inglés José Plaja, el ayudante de cabina Grant Flynn y el guitarrista José María Aguilar.
Otro de los que falleció junto a Gardel y su comitiva fue Guillermo Barbieri, guitarrista y abuelo de la hoy famosa Carmen Barbieri.
Los médicos contaron que el cadáver de Gardel fue reconocido por el excelente estado de su dentadura y por los documentos hallados junto a él, así como una chapita con su nombre y dirección en Buenos Aires. Además de esto, consignaron “… presenta quemaduras de cuarto, quinto y sexto grado generalizadas y sangre en la región temporal, el pómulo y el ojo derechos. Por causa de la quemadura, están descubiertas las costillas en la cara externa del hemitórax derecho, el tercio inferior de ese lado, debido a la carbonización de los tejidos blandos que los cubrían; igualmente, por causa de la incineración de ambos pies. …”