Cuando trascendió la noticia de que Nicolás Cabré y Eugenia Tobal se casarían después de tan sólo cuatro meses de noviazgo, la sensación general fue de sorpresa. Pero la actriz se encargó de explicar que el amor había sido el impulso de la decisión: “Fue una elección tomada con mucho amor. Las cosas suceden por algo y en el momento que tienen que suceder. Y eso es así”.
Y finalmente, luego su accidentado enlace civil el último 20 de mayo, llegó la hora de celebrar junto a sus seres más queridos. La fiesta de casamiento tuvo lugar anoche, en Espacio Pilar, un exclusivo salón que cuenta con tres salones. Para su boda, Nicolás y Eugenia eligieron uno con capacidad para 160 personas, dónde fueron llegando los invitados a las ocho de la noche.
Entre ellos se encontraban Pepe Monje-compañero de los novios en Los Únicos-, Carolina Peleretti –amiga de la actriz y con quien compartió elenco en 099 Central- y Diego Farrel, el representante de Eugenia. Adrián Suar y Griselda Siciliani se ausentaron con aviso, ya que el pope de El Trece viajó a Inglaterra para presenciar la final de la Champions League y su novia se encontraba en Punta del Este.
Sin embargo, eso no impidió que los actores disfrutaran al máximo de la noche más especial de sus vidas. A las 21, tuvo lugar una ceremonia religiosa y luego, Cabré y Tobal-quien lució, al igual que en el Civil, un modelo exclusivo de Las Oreiro- bailaron junto a sus amigos y familiares hasta la madrugada al ritmo de DJ Camisani-García Cancela, en el salón especialmente ambientado por Diego Bernardini y degustaron los platos del catering de la empresa Schuster.
Eso sí, en la celebración no hubo lugar para la prensa ya que los novios no salieron a saludar ni a posar para las fotos, como habitualmente suele ocurrir en estos casos. Por el contrario, apenas terminó la ceremonia religiosa, Dany La Muerte -ex custodio de Fort y encargado de la seguridad del lugar- se acercó a los trabajadores de prensa que se encontraban apostados en la puerta del salón para avisar que Nicolás y Eugenia sólo querían disfrutar de su fiesta y que no saldrían en ningún momento. Ah, también había diez oficiales de la Policía Bonaerense cuidando los alrededores.
Además, por pedido expreso de los novios, ningún invitado pudo ingresar con cámaras fotográficas o celulares que tuvieran cámaras. Por lo tanto la imagen del casamiento de la pareja se ha transformado en una de las más codiciadas del momento.