Esta noche Roberto Piazza presenta su nueva colección en la Sociedad Rural de Palermo, y Mirtha Legrand -a quien muchas veces él llamó su "madrina"- iba a ser la conductora del evento. Pero la diva de los almuerzos decidió declinar la oferta, tras el escándalo que se desató con su nieta, Juanita Viale. Furioso, Piazza envió la siguiente carta a los medios:
¡Esa vieja dama indigna, Mirtha Legrand! Por Roberto Piazza.
Pasaron casi 27 años que la conozco a la Sra. Mirtha Legrand. Es mucho lo que sé de ella, lo que conozco de ella, lo que viví junto a ella y sé lo que ella “canjeó”. ¿Te acordás cuando Eva Montes de Oca me pedía plata para sentarme a comer con vos para ayudarme en mi carrera?
No es mi madrina y nunca lo fue. Eso sólo fue una manera romántica de disfrazar un canje. Una vez allá lejos por el año 1982/3, ella me dijo: “Yo te presento, una por una, a cada persona importante y vos tenés que darme un vestido por cada una de ellas”. ¡Aún lo tengo grabado en mi memoria como un canje conveniente!
Cuando yo tenía 22 años y recién llegaba de Santa Fe, siendo un nadie en la moda, acepté -¡sí, es verdad, acepté! - sus condiciones y conocí mucha gente. Pero la Sra. Legrand no me vendía la ropa a sus amigas, sólo me daba teléfonos y direcciones y así fue cómo, por mi trabajo en estos casi 37 años fui siendo quien soy hoy.
El lunes 16 de mayo ya cumpliré 52 años y pasó mucho agua debajo del puente, ¡y podría decir tantas cosas sobre la Sra. diva argentina que nadie sabe! No sería correcto repetir lo que ella hace, como su perversa costumbre que tiene, tenía o tendrá en televisión con sus almuerzos. Y sin ir tan lejos: ¡la última pregunta que me hizo! “Si vos, Roberto, adoptaras un chico ¿no habría problemas de violación?”.
Algo que yo, Roberto Piazza -como ex víctima y presidente de esta lucha- me lo banqué como un señor y no agredí, cuando la mayoría de la gente me pedía que la mate. “¡No, es como mi abuela, la respeto!”, decía yo. Pero, ¿saben qué? Me hartó su soberbia, su mala educación y su creencia de que es aristocrática cuando salió de mi misma tierra santafesina, de un pueblo digno y sencillo.
Nosotros, los diseñadores de todas las épocas - y hablo de varios y grosos, que no daré nombres porque hablo por mí-estábamos y estamos hartos de regalarle ropa. Como si eso fuera una ofrenda a la “pomba yira” para tener suerte y, encima, ¡creer que su programa trae suerte!
Ese día me callé. Ese mediodía llegué a casa, me amargué, lloré y callé para que no digan que genero polémicas y hoy me pregunto: ¿Por qué?Todo el mundo amigo o conocido y toda la prensa me llamó para decirme qué opinaba. Pasó a la historia de las estupideces televisivas, con sorna, premeditación y alevosía. No me interesan tus disculpas diva del mediodía. Y seguí respetando su “desafortunada pregunta”, que siempre hace y hará. Una niña hermosa como Juanita no lleva a una familia al fango, señoras y señores. A ver quién tira la primera piedra o quién se anima a destapar lo que todos sabemos de la ética de la Sra.
Si te criás en el fango, es imposible sacártelo del cuerpo y de eso sé algo. Y aquí Juanita es la víctima, no la “diva” que, dicho sea de paso, no existen más. Ni Legrand, ni Giménez con su limitada capacidad de actuación y su photoshop esquizofrénico tratando de vender una imagen de nena /abuela/ ingenua y sexy. ¡Pero con cero compromiso hacia lo social! Otra que me dijo que estaba colapsada (también por medio de una agria secretaria desde su mansión) y que no podía darme una ayuda, ni ser madrina del petitorio de la Ley Piazza, que ayudará a millones de víctimas. (Léase Ley Piazza contra el abuso sexual infantil en Senadores, en internet).
O también un Tinelli, que hace y se regocija ante “una apología del odio”, decretada así por mis abogados de la Fundacion. Desde la violencia familiar,cuando asistentes directos de él escriben a mi productora de moda pidiendo mujeres jóvenes y nuevas para conocer. ¿What? Pero el padrinazgo de Tinelli nunca apareció y nunca me dio ni un minuto de su rating para que senadores, diputados y ciudadanos sepan el trabajo árido que es la defensa de esta causa. Dicho sea de paso,la Ley Piazza contra el abuso sexual infantil y la violencia familiar ya tiene la media sanción de todos los senadores y ahora pasa a diputados. Sin la ayuda de esta gente, que dicen ser -inflados por la edad – "divos”. La mier…divos, así lo digo, ¿y qué?
Bien saben ustedes que el domingo 15 presento mi colección “El amor” y nadie obliga a nadie a estar allí sentado, y menos a ir a dar un premio. ¡Es verdad! Pero yo, Roberto Piazza, a la Legrand le di en mi vida más de 4 mil –o más-vestidos. ¿Se imaginan que en un mes se llevó de canje casi 100 de garrón? Luego encima los vendía en Tucumán a Gloria Abarza, una Sra. dueña de una boutique, que ella iba a conducir sus desfiles. Incluso, tengo data de que también lo hacía en Bs. As con amigas muy cercanas (Léase capítulo “Mirtha Legrand” en mi libro Corte y confesión). Por eso, un día cuando te saqué la ficha, “diva”, nunca más te di ni un botón y el último vestido que me llevaste, por 2500 pesos de costo absurdo, lo pagaste entredientes. ¿Odiaste eso no?
Harto de esta hipocresía y que, con todo respeto a Elvira, tenía que hablar primero con la empleada y, si ella quería. Porque la Legrand lleva prensa ¿Saben qué? Me ca… en eso. Mis señoras cilentas no compran lo que usa la Legrand. Ni me interesa más desde hace años.El día de ayer, viernes 13 de mayo, a dos días de mi colección la llamé y, de paso, para que ella reaparezca en mi colección del domingo a las 21.15. Quería que ella, con Carlos Pallarols, le haga entrega al dueño de Silkey el premio de mi fundación como empresario y como filántropo. Porque el desfile es a beneficio de dicha fundación y Silkey dona todo para que esto se pueda hacer. Son más de 30 figuras de nivel o aún más talentosas que estarán esa noche. Sí, ¡obvio que son más talentosas que la Legrand!
Vale aclarar que esta carta es de mi puño y letra porque me hartó su soberbia, su personalidad de señora de bien y que se crea una dama de la sociedad. ¿Sabés qué Mirtha? Ser una dama es estar donde se te necesita, no en Santiago del Estero enojada porque te preguntan algo que ya sabías que lo harían. Pero allí sí te pagaron, ¿no? Yo sólo quería que reivindiques tu desafortunada actuación de mal gusto de estos últimos tiempos hacia muchos, y me incluyo. Y que finjas, al menos, y entregues un premio a un empresario y a su mujer que ayudan a mi fundación.
Me rompieron el alma diciendo: “Tenés que ponerla porque es prensable”. Bien, te llamé Mirtha y sabés que Elvira- que sí es una dama, se crió a tu lado y la conozco más que a vos- me dijo con todo amor: “Hola Roberto, ¿cómo estás? No te hagas problema, a las 19 llamá y te dijo qué dijo la Sra.” Bien, llamé a las 20 hs del sábado y le dije a Elvira que le ponía seguridad para que no la molesten, que hacía lo que pidiera para que ella entregue ese premio y aparezca en Bs. As haciendo algo de bien.
Su respuesta se repitió otra vez, como fue la de Susana Giménez o el silencio de Tinelli: No, la Sra. dice que de ninguna manera puede. No irá y punto. ¿Sabés qué Mirtha? Si vas a Silkey el martes porque te pagan, ya demostrarás allí que sos una vieja dama indigna. Y si a alguien le molesta, no me interesa porque lo es . Muchos opinan lo mismo, sólo que son muy hipócritas y te están atrás, como si fueras Cleopatra. ¿Y sabés qué “dama del mediodía”? Las divas ya están todas muertas en Hollywood.
No existís más, ni para mí, ni para muchos. Sos realmente, sin pelos en la lengua, una actriz que tuvo poco éxito de actriz y mucho de comida en televisión. Lejos quedó esa imagen que la gente se creyó de vos. Lo lamento, retiro mi amor hacia vos, mi afecto, mi perdón y lamento haberte canjaedo tanto de mi ropa cuando era un pende...
Eso hubiese sido maravilloso si fueses una persona realmente sencilla, humilde, cálida y dejaras en paz a tu marcela y a tu juanita con tus delirios de diva deja vu. Lástima que mi madre no está viva porque también te recordaría cuando la maltratarse , cuando aún mamá era una señora que creía que vos eras otra señora. Te lo recuerdo y, sino, léelo en “Corte y confesión”, a ver si hacés memoria de lo que bancamos muchos, que no se animan a decir esto.
Yo sí, ¿y qué? Y si tenés algún problema de dignidad falsa, habláme como mujer y no como diva Antique. Y sino habláme como Legrand, yo te hablaré como Piazza. Pero acordáte que en este momento el mundo necesita de guerra de amor y cooperación, y vos sólo separás y generás odio y resentimiento. Es una pena haberte conocido y que muchos crean que sos una dama porque sos como dice el libro, “una vieja dama indigna”.
Aquí se termina otra historia en la vida de Roberto Piazza, ¡Gracias a Dios! Y si volvés a comer, tratá de almorzar sola porque nadie banca tu soberbia, inflada por la edad.
Roberto Piazza
Presidente de la Fundación contra el abuso sexual infantily la violencia familiar. Artista.
PD: Que quede re claro que esto es una carta abierta mía, desde mi fundación, con la aprbación de mi gente que trabaja en esto. No es una gacetilla para llevar público y menos para vender ropa. Es un descargo porque me harté de tanta hipocresía a un pueblo quizás ingenuo ¡Adiós! Sin nada más que decirle, la saludo muy atentamente y le deseo un feliz retiro de las filas.
PD2: Pido perdón a ustedes y a mí mismo por haber sido tan ingenuo o imbécil por haber aceptado esto durante tantos años. Pero hago un “mea culpa” de haber sido tentado por el pecado de estar en televisión con esta mujer. ¡Pero ya no! Se terminó la farsa absurda y las falsas disculpas y las divas de milanesa en plato de porcelana.