Era el último paso previo a que el obispo los declarara marido y mujer. El Príncipe Guillermo tenía que colocarle el anillo a Kate Middleton. E inevitablemente todas las miradas apuntaron al dedo de la inminente princesa.
Guillermo le tomó la mano, la miró a los ojos y se preparó para el momento cúlmine de la boda. Pero un pequeño detalle llamó la atención a todos: el anillo no quería entrar en el dedo de Kate. Por suerte, más que nada para Guillermo, luego de forcejear un poco, pudo colocar la alianza, y todos felices. Fue la perlita de la boda real.
Otro detalle que no pasó desapercibido, fue la decisión de Guillermo de no usar anillo. Al parecer, al flamante marido le molesta utilizarlo.
El anillo elegido para Kate tiene gran tradición familiar. Se trata del mismo que el 19 de febrero de 1981 le entregó el príncipe Carlos a Lady Diana Spencer al pedirle matrimonio. Hecho con oro de Gales, el metal está valuado en 200.000 dólares. Después de hoy, seguramente valdrá mucho más.