Tomás Fonzi vuelve al cine de la mano de Diego Rafecas, en el film Cruzadas, una comedia que mezcla el mundo de la bailanta con la realidad de un mega holding de medios. Allí, interpreta a un mafioso y comparte pantalla (grande) con Enrique Pinti, Moria Casán y Nacha Guevara.
No es la primera vez que el actor trabaja con este director: en 2009 protagonizó Paco y se puso en la piel de Francisco Blank, un joven físico cuántico que se vuelve adicto y hace volar una cocina de cocaína. Su papel le valió muy buenas críticas y Fonzi reconoció: “Fue un momento bisagra en mi carrera”.
-¿Cómo fue tu reencuentro con Rafecas?
-Siempre estamos en contacto, y cuando él está escribiendo o a punto de filmar, nos encontramos. Es un momento que a mí me gusta mucho. No es que trabajemos juntos, pero hay algo de esta amistad que me hace estar involucrado en el proyecto.
-¿Te ofreció el papel o lo fueron pensando juntos?
-El tenía muchas ganas de que yo participara en la película y faltaba ver de qué manera. Un día le dije: “¿Por qué no hago este personaje?”. Era una situación pequeña y a mí me divertía mucho, le pareció que estaba bien y así fue. No es que él tenía pensado un rol para mí.
Diego (Rafecas) tiene entre manos algo más que interesante. Ha generado un mundo con un lenguaje propio".
-Pero siempre te reserva trabajos enriquecedores como actor.
-Sí, tiene una forma de escribir y de contar muy particulares. Tanto los personajes como las historias que crea tienen un costado border y desde la interpretación es muy divertido tener que aparecer en un lugar completamente distinto al normal, es calzarse un traje entero.
-¿Te gusta Cruzadas como película?
-Vi un armado muy crudo y creo que tiene entre manos algo más que interesante. Diego ha generado un mundo con un lenguaje propio.
-En las fotos del back aparece mucho dando indicaciones físicas.
-Es que al ser un director que también es actor, tiene noción del adentro y del afuera. No es lo mismo que quien sólo da indicaciones y tiene la película en la mente de una forma muy definida, porque esa persona trata únicamente de que los actores se acerquen lo más posible a esa foto y el trabajo se hace muy cuesta arriba. Diego va jugando para llevar su película a tierra, pone el énfasis en la actuación y ese es el logro más grande de sus películas, a mi entender.
-¿Te gustaría dirigir en algún momento?
-Sí, me encantaría tener la oportunidad de plasmar una idea, de tomarme el tiempo para desarrollarla y pensarla. Porque el cine te permite eso, hacer una sola película si querés y que quede para siempre.
Me encantaría dirigir en algún momento. El cine te permite hacer una sola película si querés, y que quede para siempre".
-¿Nunca lo intentaste?
-Me compré una cámara que graba video con la intención de hacer cortos. Filmo en mi casa, después lo edito y le pongo música. Y le invento un sentido que no tiene.
-¿Te dan ganas de aprovechar tu fama para mostrarlos?
-Me parece que lo peor que puedo hacer es agarrarme de que soy un tipo conocido para cualquier cosa. Soy músico y siempre tuve la oportunidad grabar un disco o lanzarme, pero la palabra incluso me da vértigo.
-Pero dirigir está más cerca de la actuación, rubro en el que te hiciste un lugar.
-Tengo un montón de amigos, artistas de mi generación, con los que nos juntamos y muchas veces empezamos proyectos, pero siempre terminamos comiendo asado y tomando vino.
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