Georgina Barbarossa vivió una semana para el olvido. Días atrás sufrió un desmayo en el baño de su casa, por el que cayó de cara al piso, lo que le provocó una herida considerable: le aplicaron 7 puntos en la nariz y 3 en el labio. Pero su mala suerte no terminó allí. El miércoles 9 sufrió un principio de incendio en su domicilio.
Superado estos difíciles momentos, la actriz de la obra El cuento de la mujer del alergista dialogó en exclusiva con Ciudad.com.
-¿Cómo fue el principio de incendio en tu casa?
-Tengo una reja de seguridad automática en mi casa, el motor se rompió e hizo un cortocircuito. Mi hijo Tomás empezó a gritar: “¡Un incendio, un incendio!”. Yo sólo veía humo, no llamas. Me empecé e reír de los nervios, pero llamé a los bomberos que vinieron rapidísimo. Pero cuando llegaron ya lo habíamos apagado. Mi vecino Carlitos llegó enseguida y pudo solucionarlo. También vino Humberto Tortonese, que es mi vecino. Cuando llegó la dotación y vi que eran un montón de bomberos, no lo podía creer. Se portaron muy bien, los voy a invitar a tomar mate un día a mi casa (risas).
-Fue una desgracia con suerte. ¿Estabas con Tomás solamente?
-No, estaban mis dos hijos, cosa rara porque nunca coinciden. No dejé que los chicos tocaran nada, me preocupaba que les pasara algo. Además estaba mi mamá, que vive conmigo porque tiene algunos problemas de salud.
-A este mal momento se sumó que días atrás te desmayaste y te golpeaste la cabeza. ¿Cómo fue?
-Estaba en el baño y me desmayé, me pegué la cara contra el piso, y cuando me desperté vi un charco de sangre enorme. Me asusté mucho y llamé a mi empleada por teléfono para que subiera, no quería gritar para no preocupar a mi mamá. Cuando me vi, tenía una herida grande en la nariz y en el labio, me puse hielo y fue lo peor que pude hacer. Si hay una herida que sangra tanto, el hielo sólo hace crecer el corte. Me fui al hospital y me dieron 7 puntos en la nariz y 3 en el labio inferior. Los primeros días parecía Angelina Jolie, todavía me cuesta pronunciar la “R” y la “M”.
-¿Cómo estás ahora?
-Bien. La saqué barata, fue una desgracia con suerte, en realidad dos. Me bajó la presión, pero no tengo nada malo. El jueves me sacan los puntos. Pero me asusté mucho cuando vi el charco de sangre. Llamé enseguida a mi productora y hablé con el doctor Daniel Grilli, que me mandó enseguida al hospital. Cuando se enteraron mis hijos se enojaron conmigo porque no les había avisado; es que una quiere sobreprotegerlos y a veces eso esta mal. Pero no quise preocuparlos, ya bastantes garrones se comieron en la vida.