Juan Alberto Badía está en boxes, "arreglando las clavijas", como definió él mismo su lucha contra el cáncer de mediastino que le detectaron en diciembre. Pero dispuesto a poner primera y seguir girando por la vida.
Su valentía, tesón y fe es un ejemplo para miles y miles de personas que padecen una situación similar. "Estoy cumpliendo esta nueva rutina como un soldado. Es necesario, además. No es broma, es una cosa o la otra. Estoy bien, me siento contento, avanzo. Sé que es dura la batalla, que todavía queda mucho camino por delante. Y estoy muy esperanzado en lo que viene", declaró días atrás en una emotiva carta.
Ojo, tampoco se engaña Juan Alberto. "La verdad es que a veces flaqueás", expresó. Pero el cariño y la buena onda del público le llenan el tanque para seguir dando batalla: "Es increíble la cantidad de gente que defiende esta vida mía como si fuese propia".
En medio de su lucha, la revista publicó las primeras imágenes del querido locutor, en Pinamar, su lugar en el mundo durante cada verano. Allí estuvo el sábado 6 y domingo 7, visitando a sus amigos de FM 98.1 Estudio Playa, la radio que tiene en la ciudad balnearia. Se lo vio de buen ánimo, con una gorra en su cabeza y agradecido del apoyo de la gente que lo saludaba por la playa.
En los próximos días, Badía comenzará con la tercera etapa de la quimioterapia. Su hija, Bárbara, habló con Semanario y contó los avances en la salud de su padre: "Después de que los médicos le dieron los resultados de la segunda etapa, a papá lo vimos todavía mucho mejor, con más ganas y optimismo que el que le vimos en la primera etapa, y mirá que estaba fuerte. Pero la segunda salió mucho mejor de lo que los médicos esperaban y por eso decidió tirar la chancleta y se fue a Pinamar para descansar un poco y recargar pilas de cara al tercer tratamiento. Necesitaba un pequeño respiro".