Ser el conductor de Gran Hermano tiene sus beneficios. La fama, la popularidad, ser la cara de uno de los programas de mayor rating. Pero también genera perjuicios, por ejemplo... ¡que alguien se haga pasar por vos en Twitter!
Todo eso le pasa a Mariano Peluffo, conductor de El Debate de GH, que habló con Ciudad.com del reality, de cómo se lleva con la fama y, claro, de su bronca con .
-¿Cómo manejás esta gran popularidad que tenés cada vez que conducís Gran Hermano?
-Yo tengo un perfil muy bajo, pero cada vez que vuelve GH todo se exacerba.
Sobre GH 2011: "Hay un desacato como forma de vida, es una generación más complicada".
-¿Por la fama?
-Mirá, desde que medio por accidente pasé de productor de televisión a trabajar frente a las cámaras, entendí lo que es la fama. Cuando estaba en el canal infantil Cablín con Esteban Prol y María Eugenia Molinari, ellos eran súper famosos y yo aprovechaba para, cuando salíamos a almorzar y ellos se distraían para firmar autógrafos, comerme sus hamburguesas.
-¿Tu relación con el público cambia cada vez que está GH al aire?
-Intento tomármelo con tranquilidad. Sé que si tengo un mal día no voy a ir un shopping a mostrarme, por mí y por la gente que se me acerca, que no tiene la culpa. Además, no soy Tacho (de Casi Ángeles), las chicas no se me tiran encima, mi target es otro.
-¿Qué tipo de gente te sigue?
-Mi público es más familiar, está la chica de veintipico que se me acerca a decirme que la madre me ama, algunos pocos que me piden autógrafos o fotos. Hasta ahí.
-En Twitter tenés más de 74 mil seguidores, no creo que sean todas mujeres de más de sesenta...
-Ja, no me hables de las redes sociales que mi mujer dice que me pongo irascible. Aunque pienso que es porque estoy por cumplir 40.
-¿Te pesa la edad?
-No, pero para el segundo tiempo, de los 40 a los 80 años, voy a empezar a hacer terapia.
-Volviendo a Twitter, ¿tenés un impostor? ¿Por qué te enojaste tanto?
-Al principio pensé que era un pibe que se llamaba igual que yo, pero después vi que se puso mi foto y que entró a escribir como si fuera yo.
Mi mujer dice que con las redes sociales me pongo irascible.
-Es fácil, sos famoso, tenés que tener tu cuenta verificada como Obama, Shakira...
-Sabés que lo intenté, llené el formulario, pero por ahora la opción no está disponible. Igual voy a empezar a subir fotos mías en el estudio para que se sepa cuál soy yo, porque el otro flaco tiene mi nombre pero en vez de la "L" de Peluffo tiene una "i" mayúscula. Un salame importante.
-¿Por qué le diste tanta relevancia?
-Me llamó la atención porque mucha gente empezó a preguntar y se armó como un mini debate para ver cuál de los dos era el verdadero.
-¿Cómo te sentís con el nuevo panel que te acompaña en El Debate de GH?
-Al principio lo primero que pensé es que había que repetir panel, pero después el canal optó por cambiar, salvo Tartu (Augusto Tartúfoli). Está bueno porque hay distintas miradas.
-¿Cómo ves el andar de este Gran Hermano?
-Para mí está buenísimo, todos hablan del programa. Lo cual en otro ciclo no estaría tan bueno pero acá se cumple lo de "lo que sirve es que hablen", en este caso el boca a boca hace que progrese. Este GH es distinto porque los participantes muestran una realidad que es la de nuestra sociedad. Estos pibes tenían 12 ó 13 años en el 2001, vivieron la crisis y todo lo que vino después. Hay un desacato como forma de vida, es una generación más complicada, son más difíciles de manejar.