Sabrina Rojas y Luciano Castro habrían pasado por momentos complicados en su relación. Sin embargo, con el lanzamiento de Herederos de una venganza el actor echó por tierra los rumores de separación. Aunque no los eliminó.
Sin embargo, en las últimas semanas Sabrina tomó una decisión importante. Porque antes de su relación con el galán, la vedette retransformada en actriz, había vivido un romance de seis años con Juan Pablo Inigizian. Y a un año de la separación, la modelo no sólo se deshizo de la casa que ambos compartían en un conocido country de la zona de Hudson, si no que también comenzó con una serie de sesiones de láser para borrarse el anillo que cada uno se había tatuado en el dedo anular, como símbolo de fidelidad y compromiso.
“Cuando uno esta perdidamente enamorado a veces hace cosas que después se arrepiente. En su momento nos tatuamos porque sentíamos que iba a ser para toda la vida”, le confesó la rubia a sus íntimos.
Lo cierto es que desde hace algunos meses la actual pareja de Luciano Castro se somete a un láser súper doloroso que trata de eliminar una marca que ya pertenece a su pasado. “Es verdad, el anillo que me tatué en su momento ya casi no se nota. La tinta se borro bastante y hasta que desaparezca totalmente no voy a parar”, le dijo Rojas a Ciudad.com.
Con respecto a cómo esta su relación con el protagonista de Herederos de una venganza aseguró que “Lu ya dijo todo lo que pensaban los dos. No tengo nada más para decir”, finalizó sin querer entrar en el tema.