La sanción de Gran Hermano, que finalmente quedó supeditada a la ratificación del público, no cayó nada bien en los integrantes de la casa. Los hermanitos hasta amenazaron con boicotear el programa. Pero luego de la gala de expulsión, bien entrada la madrugada, cambiaron de opinión y se acercaron al confesionario a ofrecer disculpas.
“Primero que nada, vinimos a ofrecer disculpas por todo lo ocasionado, sin ser conscientes de los elementos que se rompieron (sic). Es eso, ofrecer disculpas. No sé si serán aceptadas o no, eso no lo sabemos”, dijo Loreley, la portavoz del grupo.
Pero no todo quedó en las disculpas, si no que Loreley insistió en su desacuerdo con la sanción. “Otra de las cosas que no nos quedó clara fue el tema del presupuesto. No coincidimos que por sucesos... o varios sucesos que hemos hecho en la casa, nos quiten los alimentos que hemos ganado. ¿Qué posibilidades hay de que nos devuelvan los alimentos que nos corresponden?”, preguntó la morocha.
Gran Hermano aceptó las disculpas y les informó a los hermanitos que la decisión del presupuesto ya estaba en manos del público. ¡Para qué! Los chicos estallaron y criticaron con dureza la determinación de la producción. Emanuel no ocultó su descontento y se mordió los labios con bronca. Loreley siguió con su discurso y dijo que “es una decisión mal tomada”.
Anoche, al final de El Debate, el 80% era a favor de la sanción, sobre más de 100.000 votos. En la gala de nominaciones jueves los hermanitos sabrán la decisión del público, que parece irreversible. La pelea continúa...