La Justicia declaró la quiebra personal de Roberto Giordano. La determinación se tomó luego de que el afamado peluquero presentara un concurso preventivo en agosto de 2009, para evitar esta medida, pero no pudiera hacerse cargo de los más de 2.500.000 dólares que adeuda a diversos acreedores.
Con esta medida, Giordano afrontará una inhibición general de bienes (por lo que no podrá vender ni gravar los mismos), se le cerrarán todas sus cuentas personales y sufrirá la imposibilidad de salir del país, por lo que no se realizaría su tradicional desfile de verano en Punta del Este.
Paralelamente, una de sus sociedades (ASPIL) correría la misma suerte en febrero de 2011, cuando termine la feria judicial de enero, por lo que las dos peluquerías de la calle Güemes, la del Shopping Abasto y la de la provincia de Córdoba, serían clausuradas.