Los simpatizantes de WikiLeaks contraatacaron el miércoles a los supuestos enemigos de haciendo blanco de sus ataques los cibersitios de los fiscales suecos, el abogado sueco cuyos clientes han acusado a Assange de delitos sexuales y las autoridades suizas que congelaron su cuenta bancaria.
MasterCard, que cortó su relación con WikiLeaks el martes, también pareció experimentar intensos problemas tecnológicos.
La campaña de venganzas en línea parecía tomar la forma de bloqueo de servicio en que las computadoras son abrumadas con cataratas de solicitudes de datos que las tornan inactivas o dificultan su operación.
Los ataques son parte de una oleada de apoyo a WikiLeaks por todo Internet. Twitter desbordaba el miércoles de mensajes de solidaridad, mientras alcanzó el millón de partidarios.
La organización que está difundiendo documentos diplomáticos secretos estadounidenses, por su parte, es atacada por todos los flancos. Assange, su fundador, está preso en Gran Bretaña defendiéndose de un pedido de extradición de Suecia por supuestos delitos sexuales. Por otra parte, MasterCard, PayPal Inc. y la compañía suiza Postfinance, además de otras, han bloqueado los canales por los que WikiLeaks recibía fondos de sus simpatizantes. El gobierno de Estados Unidos también investiga si Assange puede ser juzgado por espionaje u otros cargos.
Per Hellqvist, especialista en seguridad en la firma Symantec, dijo que una red casual de activistas llamada "Anónimo" parecía estar detrás de los ataques. El grupo, que antes se enfocó en la Cientología y la industria musical, prometió ayudar a Assange atacando cibersitios considerados hostiles a WikiLeaks.
"Aunque no tenemos filiación con WikiLeaks, luchamos por los mismos motivos", dijo el grupo en una declaración en su cibersitio. "Deseamos transparencia y nos oponemos a la censura. Por eso es que empleamos nuestros recursos para despertar conciencia, atacar a los que se oponen, y apoyar a quienes ayudan a conducir nuestro mundo a la libertad y la democracia".
No estaba inmediatamente en claro cuáles de los ataques eran obra suya, aunque activistas en Twitter y otros foros los felicitaron.
El portal de MasterCard, que dijo no procesaría más donaciones para WikiLeaks, estaba bloqueado o sumamente lento el miércoles temprano. La compañía se limitó a decir que experimentaba "tráfico intenso".
El cibersitio del abogado sueco Claes Borgstrom, que representa dos mujeres en las denuncias sobre supuestos delitos sexuales contra Assange, no estaba disponible el miércoles.
El sistema financiero de los correos suizos, Postfinance, que cerró la nueva cuenta bancaria de Assange el lunes, también experimentaba dificultades. El vocero Alex Josty dijo que el sitio cedió el martes ante una catarata de tráfico y parecía estar mejor el miércoles, pero no totalmente normal.
Aunque una compañía de Internet tras otra cortaron sus vínculos con WikiLeaks en medio de intensas presiones del gobierno de Estados Unidos (Amazon.com, PayPal Inc., EveryDNS), los esfuerzos del gobierno francés por impedir que una compañía en su país sirva de base para la dirección actual del cibersitio (wikileaks.ch) han fracasado hasta ahora. El caso está ante la justicia francesa.