Tras una semana plagada de rumores (“Que vuelve, que no vuelve”), Ricardo Fort apareció en su silla en el jurado de “Bailando 2010” vistiendo un impecable traje blanco y pidiendo disculpas a toda la producción, en especial a Marcelo Tinelli.
“Debo una explicación, sobre todo a vos, Marcelo, por haberme ido de golpe en un ataque de nervios. Uno entiende lo que pasa en este piso sólo si estás acá. En ese momento fue lo que me salió y te pido disculpas a vos, a Guillermo (el novio de Virginia) y al público. Entiendo que el novio haya defendido a Virginia, sobre todo con el tiempo que pasó y el amor que siento por Claudia”, aseguró.
Pero pasadas las disculpas, Fort se mandó unos furcios dignos de un “ex presidente” argentino que no viene al caso nombrar. Para empezar, confundió a “su novia de turno”, ya que haciéndose el galán llamó Erika a Ciardone.
“Está Erika, mi novia”, dijo Fort, y Tinelli –que no se le escapa nada- le remarcó su error. “Vinieron juntas (con Claudia Ciardone) y me confundí, ¡¿Cómo salgo de ésta?!”, gritó “El Millonario” y enseguida comenzó a reír con esa risa de elefante tonto que lo caracteriza.
Sobre el final, cuando Matías Alé ya estaba enterado que por cuarta vez era eliminado de un certamen de baile de “ShowMatch”, Fort cumplió el ritual que siguieron al pie de la letra los ridículos del jurado de “Bailando 2010”: tirarse a la pileta del Aquadance.
Fort se paró en la plataforma y sacándose la bata hizo alarde de sus músculos marcados. Pero la pose varonil se fue al demonio cuando de manera ridícula saltó a los piletones tapándose la nariz, como lo hacen lo niñitos que aún no aprenden a nadar. Sólo le faltó la gorra para el pelo y la malla enteriza para hacer una vez más a Fort el monigote del prime time de El Trece.