Se viene el verano. Y con él, los duelos de boleterías, las peleas en camarines, los romances de estación y los topless playeros. Por supuesto que también dirán presente las infaltables guerras de vedettes. Un clásico de Mar del Plata y Carlos Paz. Y en este ítem, hay alguien que picó en punta y salió a plantar bandera desde antes del vamos. Es Adabel Guerrero, la platense que se formó como bailarina clásica y se popularizó con las plumas sobre el lomo. Será la vedette de Excitante, la revista que reunirá tras 10 años a Nito Artaza y Miguel Angel Cherutti, en las sierras cordobesas. Pero ella, lengua picante, en diálogo con Ciudad.com decidió ir un paso más allá: “Voy a ser la mejor vedette de la temporada”.
-¿Por qué tanta seguridad?
-Porque así lo siento. Estoy feliz con el lugar que me dieron en Excitante, después de tantos años de lucha y perseverancia. Voy contenta a los ensayos, me siento segura de lo que hago, estoy preparada para ser la mejor. Pero es mi opinión. Después se verá arriba del escenario.
-¿Qué otras vedettes crees que se destacarán esta temporada?
-(Piensa) Valeria Archimó y María Eugenia Ritó son las que más me gustan. Tienen una trayectoria importante y siempre buscan perfeccionarse.
-¿La palabra vedette volvió a jerarquizarse a partir de Bailando por un sueño?
-Sí. Los productores hoy ya no le ponen las plumas a cualquiera. Bailando por un sueño expuso a muchas chicas que se consideraban vedettes, entonces gracias a Dios la danza recobró importancia en la Argentina. Hubo una época en que las chicas que salían de un reality show eran subidas inmediatamente a un escenario, sin preparación alguna. Eso desvalorizó a la vedette. Por suerte ahora ya no alcanza con tener un buen cuerpo o ser mediática.
-Vas a compartir escenario con Estefanía Bacca, que debuta como vedette, y Cinthia Fernández, quien arrastra una fama de conflictiva pero ahora parece estar más tranquila. ¿Esperás un verano en armonía con tus compañeras de elenco?
-Antes que nada es importante remarcar que Daniel Comba, el productor de la obra, será el primero en ubicar las cosas en su lugar. Para él es primordial la paz en un elenco, y si no, patitas en la calle, es así de concreto. En el caso de Cinthia, considero que tuvo un crecimiento profesional estos últimos años, y ella misma se dio cuenta de que haciendo tanto escándalo no le sumaba a su carrera. Al contrario, la perjudicó, porque estuvo un tiempo sin trabajar. Esa enseñanza le hizo muy bien. Ahora, si durante la temporada vuelve a sus viejos tiempos, no creo que la pase muy bien, por lo menos dentro del elenco.
-¿Es verdad o mito que las peleas dentro de un elenco ayudan a vender más entradas?
-Un poco y un poco. Si la obra tiene un buenas críticas entre la gente, una pelea puede ayudar a darle más publicidad al espectáculo. Ahora, si la obra tiene malas críticas, por más peleas que haya en los medios, la gente no va a gastar plata en ir a verla. Mirá el caso de Carmen Barbieri: en temporadas anteriores eran comunes las peleas dentro de sus elencos. Pero para este verano, tal vez por una bajada de línea del productor Javier Faroni, no se exponen conflictos internos. Sin dudas la mejor publicidad es el boca a boca.
-Hablando de la obra de Carmen Barbieri, ¿estuvo bien Paola Miranda en pelear por un lugar mejor en el cartel de Bravísima, lo que produjo su salida del espectáculo?
Me parece que a veces uno tiene que evaluar dónde está y bajar el ego. La habían puesto al lado de dos chicas que prácticamente empezaron con ella, como Andrea Ghidone y Andrea Estévez. Incluso Estevez tiene una trayectoria mayor, y ni siquiera abrió la boca. Paola quiso pelear un poquito el lugar y le salió mal.