Dice que se mira en el espejo y que sabe que cada vez está peor. Fue el primer ganador de "Cuestión de peso", y gracias al reality bajó 100 kilos y consiguió disfrutar de una vida sin complejos. Pero una operación estética, solventada por el programa, empeoró las cosas. Luego comenzó a aumentar y buscó refugio en la Clínica del , y dice que lo abandonaron.
Corría 2006, y la situación de Maxi era crítica. Su madre le aconsejó que mirara el reality que acababa de empezar, y aunque se negó, insistente ella alcanzó una carta a la productora. Ingresó al programa y el cambio fue rotundo. En 2007 le regalaron una cirugía reconstitutiva y, según él, en la Revista Paparazzi: "me hicieron cualquier cosa. Me colocaron 200 puntos de sutura cuando me habían prometido una decena".
"Esta operación me marcó. Dejé de cumplir la dieta, me casé, tuve una hija, y la balanza en alza. Me acerqué a la clínica porque el premio me garantizaba tratamiento de por vida, y aunque me internaron, hicieron de todo para que me terminara yendo", describe.
Hoy día pesa 250 kilos, y ante la falta de respuestas, le inicia una demanda a la productora y a la clínica por "daños y perjuicios, lucro cesante y abandono de persona".