Con una hija de tres años de por medio, Andrés Calamaro y Julieta Cardinali pasaron el viernes 23 al mediodía por el Registro civil porteño de la calle Uruguay y dieron el "sí quiero".
Y si bien intentaron que no trascendiera la noticia, fue imposible. Tanto la entrada como la salida fueron caóticas, por la numerosa guardia periodística y los fotógrafos apostados en la puerta del lugar.
Ellos, a su vez, no hicieron declaraciones, aunque a Cardinali se le escuchó decir que estaba muy contenta con el paso dado. Luego marcharon rumbo a la casa que comparten junto a un reducido grupo de amigos con quienes disfrutaron de un almuerzo festivo.
(Revista Semanario)