Marcelo lo extrañaba y decidió usar una gigantografía de Tito para tenerlo siempre presente. Pero mientras pensábamos que era para recordarlo con cariño, el conductor aprovechó la “presencia trucha” del ex custodio de Fort en el piso para sacarse de encima toda la bronca que acumuló con el verdadero hombre fornido y… le dio varios golpes.
lo golpeó tanto que la gigantografía de cartón terminó en camilla: empezó con algunas piñas, después con patadas y, claro, la pobre imagen de Tito no era tan fuerte como parecía y ¡terminó con tubo de oxígeno y todo!
Mientras, de fondo, se escuchaba a gritarle a Marcelo Tienlli en advertencia “Si lo tratás así, no va a volver”.