El defensor titular de la selección argentina y la explosiva Evangelina Anderson forman una de las parejas "botineras" más mediáticas del ambiente: se conocieron, pronto se enamoraron y también, ni lerdos ni perezosos, tuvieron un hijo. Parecían un matrimonio de película, lindos los dos, compartiendo vivienda en Alemania, pero, de acá a esta parte, y según se dice, las cosas no estarían pasando por el mejor momento.
Como ya se sabe, él está hace aproximadamente un mes en Sudáfrica, disputando el Mundial, mientras ella continúa en Buenos Aires, participando de "Bailando 2010". Ya dijo la rubia que entre ellos está todo bien y que hasta ahora no viajó a la sede del Mundial porque no pudo vacunar al hijo de ambos.
"Cuando el hombre está solo, las mujeres te complican la cabeza constantemente: él estaba festejando el campeonato, con cinco horas de diferencia, y ella le preguntaba ¿dónde estaba?, y dónde iba a estar, festejando que ganó la liga. Si tenés desconfianza, lo ideal es que estés al lado, no hablando a la distancia. Es una pica seso como todas las
mujeres que no entienden que lo de él es un trabajo", asentó el cordobés.