Y luego llegaron los reproductores MP4. Para muchos, es sinónimo de video, porque es la diferencia con los reproductores de música. Sin embargo, el formato de archivo MP4 existe, y si bien es de video, lo es también de audio y hasta de datos. Como a estos últimos les fue bien comercialmente, le llegó el turno a los MP5. El tema es que ya no se trata de ningún formato de archivo, sino una estrategia comercial para vender nuevos reproductores de video con pantalla digital, a los que se les agregó una cámara digital VGA, generalmente de hasta 2 megapixeles. La información la guardan en memoria flash, traen slot SD para expandir la memoria, vienen con salida para TV, emulador incorporado de consolas de videojuegos y pueden traer radio FM. En cuanto al diseño, son bastante similares a un iPhone o a cualquiera de los celulares con pantalla táctil que vinieron después. Hay modelos que ofrecen, además, la opción de subtitulado de letras sincronizadas, juegos, efectos para el video e, incluso, un mini alto parlante incorporado. Claro, la mayoría de los celulares ya hace todo eso, e incluso con mejor calidad. Pero la diferencia de estos productos es su precio, bastante más económico. En las últimas ediciones de las ferias tecnológicas más importantes, lo más vendido luego de los celulares y las netbooks fueron estos dispositivos. En los sitios de subastas como Mas Oportunidades.com se consiguen a precios que arrancan desde los $179 hasta unos $350 dependiendo de la cantidad de memoria.
