La intriga sobre una chica muerta cinco años atrás, los turbios manejos de su psiquiatra y la aparición de un chantajista en la actualidad conforman una de las tramas de Secretos de amor. No es la única y tampoco, quizá, sea la principal, pero jugar esas cartas de entrada le permitió a la telenovela que estrenó Telefe, ayer a las 14, atrapar a un público que gusta de que las pistas no se le transformen en obviedades.
Una red de enfrentamientos familiares cruzados -incluso entre los que parecen llevarse demasiado bien-, y la imprescindible historia de amor inconveniente, también fueron planteados en el capítulo inicial de la tira que protagonizan Soledad Silveyra, Arturo Puig, Adrián Navarro y Juan Gil Navarro. Ella es Diana, una abogada dedicada a ser la esposa ideal, que, justo el día que celebra sus 30 años de casada, decide reabrir su estudio jurídico.
A Puig, en la piel del próspero empresario Antonio Fernández Gaudio, dueño de una prepaga, le tocó el personaje hasta ahora más misterioso. A él es a quien chantajean, anónimamente, obligándolo a retirarse del manejo de sus empresas. El secreto en cuestión es el suicidio de una joven, vinculado a una mala praxis psiquiátrica por parte de un profesional de su empresa, que, no casualmente, es su hijo Nacho (Gil Navarro). Después de un largo período "guardado" en España, Nacho regresa, con el beneplácito de la madre ignorante de todo el problema-, y la oposición del padre. De hecho, la relación entre los dos hombres parece a punto de estallar.
Mientras esto ocurre, la noche de la fiesta de aniversario de los Fernández Gaudio, Diana conoce a Manuel (Adrián Navarro), pianista de la banda musical contratada para la ocasión. Artista cuando puede, Manuel es un apasionado de su profesión: un abogado idealista, comprometido, tenaz, talentoso y, por si fuera poco, seductor. Todo lo cual, claro, no le alcanza para conseguir un pasar de clase media. Así es que, atraído por la oferta que lee en la cartelera de un Juzgado, llega a buscar trabajo al recién reinagurado estudio de Diana. Y aunque ella lo rechace en un principio ("no es el perfil de abogado que estoy buscando"), esa corriente imperceptible de energías, y la firme insistencia del muchacho, harán lo suyo.
Esta producción de OnTV (Llorente & Villarruel Contenidos) apoya una historia que se promete sólida en un elenco de actores "secundarios" ajustadísimos en sus roles, como Federico Amador (una suerte de detective todo servicio), Mimí Ardú (la amiga desprejuiciada de la protagonista) o Raúl Rizzo (el empresario rival de Puig).