Al fin se supo. Elvis Presley tuvo una muerte poco glamurosa. El cantante sufría estreñimiento crónico severo debido a una enfermedad hereditaria, que podría haberse tratado con una operación a la que rechazó someterse. Pese a que los médicos trataron de curarlo con otras técnicas, el Rey del Rock n Roll no pudo hacerle frente a ese mal.
En una entrevista para el canal Fox News, su médico particular, George Nick Nichopoulos, reconoció que el cantante no murió de fallo cardíaco, sino de estreñimiento.
Nichopoulos dijo que Elvis sufría una dolencia hereditaria llamada parálisis del intestino que podía haberse tratado con cirugía, pero el cantante quien se negó a pasar por el quirófano.
"Elvis se sentía avergonzado, tenía accidentes en el escenario. Tenía que ir a cambiarse de ropa y volver debido a los tratamientos que aplicábamos para tratar su estreñimiento", afirmó su médico.
Por último, Nichopoulos, quien estaba con el cantante cuando murió -se encontraba en el baño- dijo estar convencido de que "si se le hubiera hecho una colostomía, Elvis probablemente todavía estaría aquí".