La cantante de Rehab se llevó un gran disgusto esta semana al tener que entregar sus mascotas a un refugio de animales. Amy Winehouse vivía con once gatos a los que no podía atender, hasta el punto de que los mininos habían tomado el control de la casa, así que no le quedó más remedio que librarse de ellos.
Amy no está pasando por un buen momento: después de los problemas de salud que atravesó estas navidades, ahora se quedó sin sus once gatos. Al parecer, le era imposible hacerse cargo de los animales y llegó un momento en que la situación se le fue de las manos.
Según afirman fuentes del diario The Sun , "(los gatos) trepaban por todas partes, se reproducían y estaban totalmente fuera de control". Ante tal situación Amy decidió llamar a un refugio de animales y pedir que se llevaran a sus mascotas.
"Estaba muy preocupada porque les quiere muchísimo, pero tuvo que renunciar a ellos". Pese a lo difícil que le resultó dar el paso, no era la primera vez que la cantante se veía obligada a tomar tal decisión, pues recientemente tuvo que regalar dos de sus gatos a su ahijada, Dionne Bromfield.