Jacobo Winograd y Guido Süller volvieron este año a la tele de la mano de Roberto Pettinato. Anoche se despidieron entre lágrimas y agradeciendo la oportunidad.
No hay persona más agradecida que un mediático. Su naturaleza descarnada, que les permite eliminar todas las inhibiciones por tener dos minutos de cámara los llevan a hacer cualquier cosa, pero Jacobo Winograd y Guido Süller encontraron en "Un mundo perfecto" un lugar al que pudieron llamar con orgullo trabajo.
Los mediáticos llegaron al programa de Pettinato a mediados de año para levantar el rating alicaído del ciclo de América. El desparpajo de Guido y Jacobo trajo frescura al ciclo y todos (desde la producción hasta el público) se divirtió con ellos.
Comenzaron haciendo una suerte de misiones especiales en un segmento fijo: Guido y Jacobo van a San Cayetano, Guido y Jacobo aprenden karate o Guido y Jacobo hacen cualquier cosa para hacer el ridículo.
Después mutaron en una serie de secciones humorísticas y hasta protagonizaron una especie de reality show con Gastón Portal incluido con las reuniones de pre-producción de "Un mundo perfecto".
Criticados por muchos, Winograd y Süller se emocionaron hasta las lágrimas cuando vieron el clip con sus mejores momentos de 2009 que la producción había preparado para ellos. Con la letra de "Un amigo es una luz" de Los enanitos verdes, los mediáticos vieron que lo que habían hecho en tele en 2009 era más que digno.
A la vuelta en el estudio, ambos agradecieron a Petti y a GP Media esta oportunidad y recordaron a todos sus críticos que ellos no hacen daño a nadie y que, de última, son productos emergentes de una sociedad enferma. Además, Jacobo no dejó pasar el hecho de que de su boca salieron las peores denuncias. "Fueron los más graciosos del año", elogió Pettinato a sus colaboradores con una sinceridad vacía de cinismo bastante inaudita en él.