Cantora. Ni más ni menos que eso. Síntesis de las más de cinco décadas que Mercedes Sosa transitó la música. Nuestra música. La de todos. De Armando Tejada Gómez y Atahualpa Yupanqui a Charly García y Luis Alberto Spinetta. De Eladia Blázquez a Joan Manuel Serrat.
Era casi medianoche. La voz de La Negra inundaba el Luna Park, y su hijo, Fabián Matus, subía al escenario para recibir el Premio a la Figura en Folclore. Enseguida, Fabián invitó a Teresa Parodi y Franco Luciani a subir con él. Es que ellos también forman parte de Cantora, ese espacio que Mercedes le abrió hace poco más de un año a sus "compañeros", para compartir canciones elegidas especialmente para la ocasión.
Pero faltaba algo más. Entonces el que subió al escenario fue Charly García. "Este premio es el mejor de todos. Para mi novia, mi mamá, mi amiga: Mercedes Sosa", dijo, y como hace un año, toda la platea se puso de pie para ovacionar la elección de La Negra como Figura del Año.
"La sensación es extraña", dice Matus, mientras acaricia la estatuilla que acaba de recibir en nombre de su madre. "Es así porque sé que a ella le hubiera gustado estar aquí, como el año pasado. A ella le gustaba estar en la fiesta, junto a sus compañeros. Lo disfrutaba mucho", cuenta conmovido el hijo.
A punto de cumplirse los 60 días de la muerte de Mercedes, su hijo reconoce que desde entonces los homenajes se han multiplicado, en el país y en el exterior. Entre otros homenajes, Fabián dice que "haberle puesto el nombre de la mami a una biblioteca en el interior, o que el Estado de Israel comience la plantación de un bosque con su nombre, son gestos muy fuertes".
Como sorprendente fue la reacción de la gente ante la muerte de la artista. "Los primeros momentos del velatorio fueron impactantes. Ni la Mami ni yo pensamos alguna vez que tanta gente podía movilizarse para expresarle su cariño", señala. Y enseguida reconoce que estar presente en cada acto "por momentos se hace muy difícil, muy duro".
A tal punto, que admite haberse excusado de participar en algunos, y de haberse guardado para él y el círculo familiar y de amigos más íntimos la ceremonia en la que el domingo esparcieron las últimas cenizas de "la Mami" en Costanera Norte.
"Era un lugar al que a ella le gustaba ir", dice Matus, y ata cabos: "Este reconocimiento, un día después de haber esparcido sus cenizas, justo cuando se están por cumplir dos meses de su ausencia, es una combinación muy fuerte, que me produce, al mismo tiempo, una gran alegría".
Ladero de su madre durante gran parte de su carrera, Matus cuenta que la música fue una compañera inseparable de Mercedes hasta los últimos momentos de su vida. "Ella nunca fue de escucharse, pero en los tiempos más recientes pasaba horas escuchando las canciones de su repertorio. Entre las más de 200 que repasó, encontró canciones que no podía creer que había grabado, y otras que directamente no recordaba haber cantado", cuenta. Y agrega que lo hacía sin renunciar a su rutina de mirar la televisión.
Pero entre todo su material, dice Matus que La Negra volvía una y otra vez a Cantora. "Se maravillaba cada vez que pensaba que todos esos músicos habían querido participar de ese proyecto, y que había podido llevarlo a cabo", dice.
"Por eso disfruto tanto este premio. Porque veo que sus compañeros, las personas del medio, vieron en Cantora y en la Mami lo necesario para elegirla. Porque no esperaba que se lo diesen no estando ella. Y porque creo, de corazón, que la Mami lo merecía."«