Una controvertida foto de la actriz y modelo Brooke Shields desnuda a la edad de diez años fue incluida en una exposición sobre arte pop en la Tate Modern de Londres. Los responsables del museo admiten que la muestra desafía al visitante.
Una Brooke Shields de diez años, con la cara demasiado maquillada, de pie en una bañera y mirando directamente al objetivo. Eso muestra la controvertida fotografía del artista neoyorquino Richard Prince.
La polémica no tardó en surgir, enfrentando a quienes consideran que la imagen es pornografía infantil y acusan a los responsables del museo de intentar atraer público a cualquier precio.
Por su parte, un responsable de la Tate afirmó que han sido asesorados legalmente y han tomado esta decisión tras una evaluación exhaustiva de la situación.
Pese a que la fotografía se encuentra separada de las demás, en una habitación para ella sola y tras una puerta en la que un cartel colgado advierte de que el contenido puede afectar al visitante, asociaciones de defensa de la infancia insisten en que la imagen es un reclamo para los pedófilos.
Fuente: lavanguardia.es