Posiblemente, si "Todos contra Juan" hubiera sido emitido por Telefe -como se había anunciado en un principio- la ficción no tendría ese aura de culto que la comedia protagonizada por Gastón Pauls consiguió en la pantalla de América. Ver al looser Juan Perugia haciendo de Fidel Castro fue la cereza del episodio de ayer, que contó con la presencia de Benicio del Toro como actor invitado.
Los 3.3 puntos de rating que tiene en promedio en la pantalla de América no hacen justicia con el unitario. Por capítulo participan dos o tres actores de renombre, figuras que cualquier canal envidiaría o desearía tener en su grilla. Ayer dio un salto de excelencia al poner en una pantalla marginal como la de América a una figura internacional de la talla de Benicio del Toro.
El episodio de anoche fue imperdible: como un tirón de orejas a lo que se puede considerar "la crítica", el fracasado Perugia se rió de los que están contra él (o sea todos) y puso uno de los momentos más simpáticos del año. Quién dice que en unos años, o en la segunda o tercera repetición del ciclo, "Todos contra Juan" mida mejor que ahora, ya que hasta ahora todo pinta que la ficción está adelantada para la época.
Gastón Pauls se ríe de todos desde la pantalla de América. De los actores, de los productores, de los canales, de la farándula y de la fama. Se ríe de la televisión misma. Y si bien no pasa desapercibida, tampoco puede ser calificada como un éxito. No vaya a ser cosa que en unos años la gente se avive de lo buena que era la comedia de Gastón Pauls y al unísono todos griten: "¿Y ahora me lo venís a decir?".