Luego de que se difundiera que Cecilia Milone consideraría a Chico Novarro el verdadero amor de su vida (y no a Nito Artaza, con quien mantuvo una relación de más de 20 años), se buscó la palabra de los protagonistas de esta historia.
Después de que el productor y su supuesta nueva pareja Belén Di Georgio salieran a hablar de la actriz y cantante y los medios especularan sobre un romance intenso con el cantautor argentino, la protagonista de Drácula, el musical rompió el silencio.
QUÉ DIJO CECILIA MILONE EN SU DESCARGO PUBLICADO EN INSTAGRAM
Hace algún tiempo que decidí no hacer más entrevistas, pero no como capricho o como plan de prensa, sino porque me lastima, me hace daño, me doy cuenta que enfrentarme a ciertas preguntas que antes me causaban tensión y hasta podía ser un chiste, ahora no lo puedo manejar.
Quizás me expuse yo demasiado, creí que era así, me hicieron creer que era así, el medio me llevó a eso, las circunstancias de mi vida me llevaron a eso, no lo sé. Lo que sí me hace falta aclarar es que no voy a contar nada, que no tengo nada que contar.
Sí, a través de mi arte, sí, porque necesito hacerlo a través de mi arte, porque así me sé expresar, porque de eso se trata la misión que tenemos los artistas. Pero esto no es un juicio por jurado, realmente.
¿En qué momento creímos que los periodistas son fiscales, que el público luego va a votar si somos o no inocentes y tenemos que explicar o hacer relatos? Es realmente muy confuso lo que sucede.
Yo pienso seguir haciendo la prensa del espectáculo Las Cartas del León que estoy haciendo, no tan respetuosa como vino siendo hasta ahora. Con vía pública, con cartelería, con publicidad en las redes sociales y con aquellas notas donde puntualmente se hable de lo artístico.
Esto es un homenaje a Chico Novarro, a alguien que es sagrado para mí y que no puedo permitir que vaya al barro y nunca va a ir al barro en mi nombre. Por lo menos no voy a ser yo la que lo lleve ahí.
Y no tengo más que contar, más que pedirles. No me acosen, esperándome en la puerta. Tuve esos tres episodios, a mí me da mucho miedo. Vivo en un edificio que no tiene seguridad.
Y primero que no estoy de acuerdo con una entrevista donde uno no acordó el encuentro. Porque entiendo que el periodista te diga “estoy trabajando” pero yo no, yo estoy viviendo, yo no estoy yendo a tu casa, vos estás viniendo a la mía.
Ni siquiera es que me esperaste en un estreno o en un lugar que yo puedo estar defendida, imaginando que vas a estar. Y si las entrevistas no se piden, para mí me generan la misma violencia que si me estuvieran robando.
Porque de verdad no soy una persona que jamás haya mostrado su casa. Nunca hice entrevistas donde mostré, este es el living, esta es la piscina, hay cosas que hace gente muy a gusto. A mí eso siempre me dio mucho miedo, nunca me expuse.
He contado lo que muchas veces me sentía... Y me siento obligada a aclarar. En este momento, la verdad, no me siento obligada a aclarar nada. No entiendo de qué se trata todo esto, como si fuera una campaña hacia una persona que se dedica a la política.
Porque no parece hecho para un artista, ¿no? Es como hacer un repaso del pasado, de qué es verdad, de qué es mentira, de qué dijo, de qué no dijo. Sinceramente no entiendo cómo se dispara.
O sí entiendo muy bien cómo se dispara, me parece horroroso, pero no me entiendo. No me voy a prestar a esto, no voy a hablar de esto. Más que a través de... Gracias a Dios, que como decía la Campoy, la televisión a color los va a matar.
Bueno, gracias a Dios, el Instagram ya los mató. No hace falta que yo haga una entrevista. Me puedo sentar acá y contar lo que quiera, sin nadie que me lastime, sin nadie que me pase archivos desagradables, sin nadie que me quiera ir a la herida.
Con suerte hoy está esta forma de difundir. Gracias a los que han sido respetuosos y no tengo mucho más que aclarar.