La advertencia de Mirtha Legrand de que iría al hueso con Roberto García Moritán fue hecha al comienzo del programa, y si bien se habían filtrado detalles del cruce al aire, lo que se vivió fue mucho más fuerte de lo esperado.
Mirtha: -Yo le escuché decir a Pampita que estuvo en la cama sin ver a nadie durante varios días, que por lo mal que le había caído tu actitud, ¿no? Ella descubrió un llamado tuyo en tu teléfono.
Moritán: -No.
Mirtha: “Pampita descubrió un llamado tuyo en tu teléfono”.
Mirtha: -¿Lo negás?
Moritán: - Sí. Además te voy a decir una cosa, te voy a repetir lo mismo que te dije recién. Si hay alguien que tiene que hablar de nuestros aspectos privados y sobre todo los dorosos, que sean ellas. Mi responsabilidad como funcionario público es responder a lo que tiene que ver con mi compromiso, con quién me votó, con quién me eligió.
Moritán: “Si hay alguien que tiene que hablar de nuestros aspectos privados y sobre todo los dorosos, que sean ellas”.
Mirtha: -Pero a nadie le importa que sos funcionario público. A la gente le importa que quieras ser varío de Carolina.
Moritán: -Creo que estás confundida. Porque hablás en un término general y eso de nadie me parece que además es injusto.
Mirtha: -Pero Roberto, mirá la realidad.. Vos eras el marido de Carolina, la modelo número uno de la Argentina en este momento. Una mujer que está en todos lados, en los diarios, revistas, que viaja al exterior. Es admirable el trabajo que desarrolla. Y ese matrimonio que aparentemente era bien avenido con una chiquita que se llama Anita...
De pronto se separan y es un escándalo. Te va a doler lo que te voy a decir, pero a nadie le importa que sea funcionario público.
Mirtha: “De pronto se separan y es un escándalo. Te va a doler lo que te voy a decir, pero a nadie le importa que sea funcionario público”.
Moritán: es una opinión tuya, Mirta, de vuelta digo. Y creo que habla también del deterioro de nuestra sociedad. Una operación mediática volteó un ministro. Y a la gente lo que le importa es si le metí los cuernos o no le metí los cuernos a Pampita.
Y yo les digo que lo hable Carolina. Que lo resuelva ella. Que ella defina cuál es mi rol como padre y que sea ella que haga el juicio sobre si fue un buen marido o no. A mí no me importa.
Moritán: “Que lo hable Carolina. Que lo resuelva ella. Que ella defina cuál es mi rol como padre y que sea ella que haga el juicio sobre si fue un buen marido o no”.
Pero la cosa no quedaría ahí...