A la 21.26 horas, Nathy Peluso salió a escena con Corleone y dio inicio a una verdadera fiesta en el Movistar Arena. Las 15.000 personas que coparon el estadio la celebraron, la llenaron de energía y la ovacionaron en todo momento.
La cantante mantuvo encendido al público durante dos horas con su mega show, que dividió en episodios y en el que interpretó gran parte de su reconocido repertorio: Aprender a amar, Business woman, Legendario, Real, Delito, Ateo, Envidia, Mafiosa, Puro veneno, La presa, Escaleras de metal, Todo roto, Nasty girl, Manhattan, Sana sana, La mentira, Corashe, Ideas radicales, Mamá, El dia opmj, Emergencia, Salvaje, Menina, Buenos Aires, Vivir así y Remedio.
Transcurrida la mitad de su enérgico show, Nathy Peluso se sentó y abrió su corazón ante una multitud que no solo la escuchó con atención, también la contuvo con gritos de amor cuando contó que dos años atrás transitó por una oscura etapa de su vida y que el amor de la gente y la música fueron su salvación.
“Mi gente, los amo tantísimo. Esta es una gran bendición para mí, recibir su energía. Les juro que este es el mayor premio, el mayor regalo para una artista”, dijo la cantante, movilizada.
Con los ojos empañados, Nathy continuó: “Siento que estoy en el living con ustedes. ¡Es divino! ¿Están gozando, mi gente?”. Y la respuesta unánime fue un sólido y extendido ¡sí!
NATHY PELUSO ABRIÓ SU CORAZÓN ANTE EL PÚBLICO ARGENTINO
En su casa, la Argentina, Nathy Peluso habló con el corazón en la mano: “Ahora es momento de sincerarnos. Hace dos años nos vimos acá, hicimos dos Movistar, pero yo vine y les juro que estaba tan triste. Estaba feliz por estar acá, pero en mi vida pasé por un momento de mucha oscuridad”.
“Estaba triste. No me encontraba. Estaba perdida. Lo juro que estaba guerreando para volver a sentirme ilusionada, para sentirme llena de luz, de energía, de esperanza”.
“Ustedes son mi gran razón, y la música. Lo que siento cuando me subo acá, que se me eriza todo el cuerpo”.
“En ese momento, me retiré, me fui a componer, a buscarme, a emborracharme, a llorar, a medicarme de todas las cosas que me podía medicar: de amor, de buena comida, de lloraderas, de angustia, de retiros, de terapia, de clonazepam, de lo que fuera, mi gente”.
“Pero al final de tanto buscarme, me encontré y me siento feliz. Se lo quiero compartir porque ustedes son mi familia y nunca tengo la ocasión de contarles lo que me pasa. ¡Estoy tan agradecida con ustedes por bancarme a lo largo de los años!”.
“Ahora, me siento iluminada, me siento esperanzada, me siento con energía positiva. ¿Y saben por qué? Porque me perdí, ¡carajo! para encontrarme de nuevo”.
“Nunca teman por perderse. Si se pierden, vean una gran posibilidad para volver a enamorarse de ustedes mismos, de sus posibilidades, de su valor. No pasa nada por estar mal. ¡Búsquense! Aprovechen esa oportunidad para ver más allá y decir ‘allá tengo que llegar, carajo’”.
Hecha la catarsis emocional, Peluso continuó dándolo todo arriba del escenario y coronó el espectáculo con tres de las canciones más esperadas por la gente: Buenos Aires, Vivir así y Remedio.