La imagen de Roberto García Moritán saliendo de un edificio con una valija y una bolsa de residuos fue casi el retrato de un recién separado, pero al exmarido de Pampita no le gustó ni un poco que lo captara infraganti.
“¡Sos muy desubicado!”, protestó al ver al equipo de Intrusos en la vereda.
Aunque la indignación le duró poco, porque de inmediato se dio cuenta de que enojarse lo perjudicaba y prefirió tomarse las cosas con humor: “¿Puedo ir al lavadero tranquilo?”.
Entonces comenzó a eludir las polémicas: “No tengo nada para decir”.
Luego se mostró completamente desahuciado y pidió ayuda para encontrar un local para lavar su ropa.
MORITÁN SE MANTUVO HERMÉTICO RESPECTO A PAMPITA
“No voy a hablar nunca de Caro. Es la madre de mi hija y no tengo nada que decir”, insistió.
En cuanto a las cervezas que compró explicó porque ese día había recibido a su hermano Francisco y a su hermana Luchi.