La reconocida actriz británica Maggie Smith ha fallecido a los 89 años, dejando un legado imborrable en el cine y la televisión.
Smith, conocida por su papel como la profesora Minerva McGonagall en la exitosa saga de Harry Potter y por su interpretación de Violet Crawley en la serie Downton Abbey, murió pacíficamente en un hospital el 27 de septiembre, según confirmaron sus hijos a la BBC y otros medios británicos.
EL ÚLTIMO ADIÓS A MAGGIE SMITH
Toby Stephens y Chris Larkin, los hijos de Smith, compartieron la noticia con profundo pesar: “Se fue pacíficamente en el hospital esta madrugada. Era una persona muy reservada y estuvo rodeada de amigos y familiares hasta el final”.
“Se fue pacíficamente en el hospital esta madrugada. Era una persona muy reservada y estuvo rodeada de amigos y familiares hasta el final”.
Además, expresaron su gratitud al personal del Hospital Chelsea y Westminster por su atención y amabilidad durante sus últimos días.
MAGGIE SMITH, UNA TRAYECTORIA QUE DEJA UN GRAN VACÍO EN EL MUNDO ARTÍSTICO
Maggie Smith nació el 28 de diciembre de 1934 en Essex, Inglaterra.
Su carrera como actriz comenzó a los 18 años en el teatro, donde se destacó en obras clásicas de William Shakespeare, interpretando personajes icónicos como Desdémona en Otelo y Lady Macbeth en Macbeth.
También brilló en producciones como La importancia de llamarse Ernesto y Vidas privadas.
En cine, Smith dejó su huella en películas como Muerte en el Nilo, Una habitación con vistas y Gosford Park.
Su interpretación de la duquesa de York en Ricardo III y su papel en Hook la consolidaron como una de las actrices más talentosas de su generación.
En la película El cuarteto, mostró la vida vibrante de una mujer mayor, demostrando que la edad no limita el talento.
SU LEGADO EN HARRY POTTER Y DOWNTON ABBEY
El papel de Maggie Smith como Minerva McGonagall en Harry Potter la convirtió en un ícono para las nuevas generaciones.
Su trabajo en esta saga, que comenzó a principios de la década de 2000, consolidó su estatus en la cultura pop.
Además, su interpretación de Violet Crawley, la condesa de Grantham, en Downton Abbey se convirtió en su último gran papel y la llevó a obtener reconocimiento internacional.
La serie, aclamada por la crítica, mostró su habilidad para combinar humor y drama, capturando la atención de millones de espectadores.
La muerte de Maggie Smith representa una gran pérdida para el mundo del entretenimiento. Su carrera, que abarcó más de seis décadas, dejó una marca indeleble en el cine y la televisión.
Con su talento excepcional y su inconfundible presencia en pantalla, Maggie Smith permanecerá en la memoria colectiva como una de las más grandes actrices británicas de todos los tiempos.