Emilia Attias pasó por el programa de Sebastián Wainraich La Noche perfecta, el late night show que se transmite de lunes a viernes a partir de las 23.30 por la pantalla de eltrece de lunes a viernes, y respondió varias picantes preguntas que el conductor le hizo sin tapujos.
Sebastián investigó a su invitada para conocer anécdotas de su vida y dio con un tema llamativo: el de cómo la modelo hizo para colarse cuando era una adolescente a una fiesta electrónica junto con sus amigas y hermanas.
Así fue que lanzó la pregunta sin miramientos, ante la sorpresiva reacción de la ex del Turco Naim.
QUÉ DIJO EMILIA ATTIAS CUANDO FUE ABORDADA POR SEBASTIÁN WAINRAICH COPN UNA PREGUNTA INDISCRETA SOBRE SU ADOLESCENCIA
- ¿Es verdad que te hiciste pasar por enferma para que te lleven en ambulancia y colarte en una fiesta electrónica?
- ¿Por qué tenés esa data?
- Y la producción trabajó mucho...
- Me hacés quedar muy bien. Por ahí mi hija está mirando la televisión... Si re tarde, pero sabía que venía.
- ¿Cuánto tiene tu hija? ¿Puedo saber?
- Casi 8, 7 para 8.
Es verdad, es verdad No me hice pasar por enferma en realidad. Lo que hice fue chantajear
- Acá hay un elefante blanco que no nos podemos hacer los duros
- ¿Qué?
- Al ser hegemónica, te da unas ventajas en esos casos, ¿no?. En ese momento. Yo como hegemónico te lo digo...
- Ay, y en ese momento era un poco como que no me aprovechaba de eso. No abusaba, no es que todo el tiempo lo hacía. Pero aprovechaba cuando quería aprovechar.
- Ajá.
- Y ahora tengo otros valores. Por supuesto. Porque, bueno, la vida, crecés. Pero a los 16...
- ¿Y te llevaron a la ambulancia? ¿Cómo? ¿Esto está bien que lo diga?
- No, está perfecto.
- Era menor, digo, tenía 16 años.
- Y bueno. Quería entrar, no me dejaban entrar, ese era el tema. No podía entrar por la vía legal.
- Y vos le dijiste al chofer de la ambulancia “¿me llevás?”
- A los chicos que estaban ahí, los enfermeros.
- Ajá.
- Sí, hablamos. No era la única, ¿eh? Nada, había dos, tres chicas más que...
- ¿Conocidas también?
- No. No. Familia, hermanas. Y unas amigas. Y bueno, éramos varias y dijimos, mira, no sé, queremos entrar. Doctor, doctor. Nos vamos a portar bien. No fue tan... Tan beboteado, no sé. Un poco picante también. Un poco amenazante. Probábamos estrategias hasta que vimos cuál funcionaba más.
- ¿Y cuál funcionó más?
- Un poco buena onda y un poco picante. Medio extorsión. “Llevame o te hago quilombo”. Algo así. No sé si fue por ahí, no me acuerdo tanto, pero fue como... Como un poco como entre picantita y como manipulando.
Abrieron las puertas, nos metieron adentro, ambulancia, algo pasó adentro, tiki, tiki, tiki, y bueno, llegó la ambulancia en medio de la fiesta. Y yo estaba muy prudente, que tampoco estuviera llena como acá, llena de luces, de tipo “¿qué está pasando?” Bajaron cinco chicas a los saltos, felices.
- Parece una despedida de solteros, ¿no? Como cayeron las chicas.
- No lo hagan en sus casas, no lo hagan nunca más.