El parto bajo el agua que Juana Repetto había tenido para dar a luz a Belisario Graviotto (cumple 3 el 20 de junio) generó polémica en su momento, pero casia nada con el escándalo que produjo en las redes el hecho de haberse comido la placenta que recubría a su bebé.
“Me comí la placenta en cápsulas”, recordó la actriz en Socios del Espectáculo.
Acto seguido, la también madre de Toribio aclaró que la píldora “no tenía gusto”, ya que era como un remedio más.
A su vez explicó que para el proceso de convertir la placenta en una pastilla “la disecan”, y que también se hacen “parches de líquido amniótico” para curar “quemaduras y lastimaduras”.
CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE COMER PLACENTA
“La placenta crea los órganos, los huesos del cuerpo humano entero. No hay nada que tenga más poder que una placenta”, justificó la hija de Reina Reech y Nicolás Repetto.
“La placenta crea los óganos, los huesos del cuerpo humano entero. No hay nada que tenga más poder que una placenta”.
Aunque, al final, Juana Repetto reconoció que no todos aprueban la ingesta de placenta humana: “Hay opiniones encontradas. Hay muchos médicos que no están tan de acuerdo”.
POR QUÉ JUANA REPETTO ELIGIÓ TENER UN PARTO BAJO EL AGUA
“A Belisario lo tuve en una pileta, pero en una clínica”, afirmó.
“A mí me hubiese gustado, yo con Toribio tenía la fantasía, siempre mi sueño, yo veía partos, no existían las redes en YouTube, buscaba partos en la gente que pare en lagunas, ríos, me fascina. Y siempre tuve como esa fantasía, con Toro por ahí era un montón, ya venía de una situación, viste, no había todavía una... jacuzzi, pileta, bañera, ninguna clínica. Y en mi casa no me atrevía. Fui por un parto sin intervenciones, pero en una habitación normal”, cerró Juana Repetto