Deborah de Corral, una de las supermodelos que integraron el staff de Pancho Dotto en los 90, en el pico de su popularidad se alejó de los medios y, además de darle rienda suelta a su otra pasión, se fue a vivir al exterior. Hoy por hoy, tiene 48 años y vive en Miami, Estrados Unidos, donde es chef.
La exmodelo, que también brilló en el mundo de la conducción y en el de la música, se casó en secreto con el productor musical Gustavo Menéndez. Después de vivir en varias ciudades de México y Estados Unidos, se instaló en Miami, donde abrió su propio restaurante.
Deborah es dueña del espacio gastronómico Tigre, uno de los más populares por su menú con guiños a la cocina argentina. Tan bien le va que en 2023 recibió una prestigiosa estrella Michelín. Si bien eligió centrarse en la cocina, no descarta la posibilidad de sacar nueva música. ¡A full!
DEBORAH DEL CORRAL SE CASÓ EN SECRETO EN 2018
Deborah de Corral es una mujer que vive en constante cambio. Tras haberse bajado de las pasarelas para apostar a la música, no dudó en también sumergirse en el mundo de la cocina cuando sintió que esa podía ser su otra pasión.
Esa motivación por estar siempre en movimiento la llevó a estar viviendo hace seis años en Miami, Estados Unidos, con su pareja, el productor musical Gustavo Menéndez. Luego de remarcar que apostó “fuerte” a su relación, reveló que se casó en secreto hace tres años.
“Ya habíamos hecho un ensayo de compartir casa en Los Ángeles; yo tenía mis mañas y a pesar de que desde chica vivía sola, decidí jugármela. Nos fue muy bien. Con el tiempo compramos una casa juntos y en 2018 nos casamos”, reveló en diálogo con la revista ¡Hola! Argentina.
“A cierta edad, una ya sabe lo que quiere. Y si realmente hiciste tu trabajo y aprendiste todo lo que te dio la vida, ya tendrías que estar preparada para la convivencia”.
En esa línea, reivindicó su decisión de haber formalizado su relación con el productor musical. “Sí, cuando la cosa funciona, funciona. Me acuerdo de que cuando le conté a mi vieja me contestó: ‘Pero qué chica tradicional’. Y puede ser que ahora me haya vuelto una chica más tradicional. A cierta edad, una ya sabe lo que quiere. Y si realmente hiciste tu trabajo y aprendiste todo lo que te dio la vida, ya tendrías que estar preparada para la convivencia”, reflexionó.
Y se despidió contando que se sintió lista para dar el gran paso tras haber hecho un fuerte trabajo interno. “Yo aprendí a ser más paciente y tolerante conmigo misma y con él también. Aprendí, como dicen, a elegir las batallas y a no ir al choque enseguida. Creo que es tratar de hacerla lo más fácil para el otro y confiar que el otro también está haciendo lo mismo. Yo soy más difícil de convivir que mi marido, él me la hace más fácil, lo admito”, cerró, muy enamorada.