Paloma Méndez, una de las cinco nuevas participantes de Gran Hermano 2023, admitió que se obsesionó con los retoques estéticos en su rostro.
En diálogo con Rosina, Paloma admitió que le agarró una “obsesión” con su rostro. “Me puse ácido hialurónico arriba y abajo, pero me quedó una pelotita. A esto lo tengo hace como un año”, dijo señalando la parte de su labio en el que se le formó una pequeña bolita. A lo que su compañera le aconsejó que se lo masajeara todos los días para que comenzara a disminuir de a poco.
“Me puse ácido hialurónico arriba y abajo. Me agarró como una obsesión”.
“Sí, ya lo hice, pero no se me va. Lo que pasa es que me puse 700 millones de veces. Me agarró como una obsesión. Yo igual me pongo lo mejor de lo mejor. Me lo hice siempre en lugares distintos, pero me ponía mucho: una jeringa cada tres meses. Ahora hace un año que lo dejé”, aclaró, algo frustrada.
POR QUÉ PALOMA DEJÓ DE INYECTARSE LA BOCA
Antes de cerrar, Paloma rememoró cuando decidió dejar de retocarse el rostro.
“Fue hasta que dije: ‘¡basta!’. Había que frenar un poco porque si no se me va a caer la boca. Así que dije ‘ya está' y desde abril del año pasado que no me aplico más”.
“Fue hasta que dije: ‘¡basta!’. Había que frenar un poco porque si no se me va a caer la boca. Así que dije ‘ya está' y desde abril del año pasado que no me aplico más”, sentenció, firme en su decisión.