Muy triste, Nancy Duré despidió a su querido perro, Covacho. Reflexiva, posteó en Instagram varias fotos de mascota y contó cómo adoptarlo le cambió la vida para siempre. Además, admitió que, en realidad, él la adoptó a ella.
“Él me adoptó a mí. Yo había ido a la casa de una rescatista a buscar un perrito. Y él me abrazó. La mujer me explicó que era muy viejo, que lo había atropellado un colectivo y que le quedaba poco, así que empezó a mostrarme algunos animales más jóvenes. Pero él se quedó pegado a mí hasta que ella dijo: ‘Se ve que se quiere ir con vos’”, rememoró la panelista.
“Cuando llegué a casa con él, mi hijo pensó que había enloquecido. Se imaginó que en un par de meses iba a estar llorando por su partida. Pero yo lo tranquilicé. ‘Le vamos a dar una linda despedida’, le dije dejando en claro que sabía que se iría pronto. Sin embargo, cuando por fin encontró un hogar, él decidió quedarse a disfrutar de la vida. Y así lo hizo”, añadió, nostálgica.
NANCY DURÉ CONTÓ CÓMO FUE QUE COVACHO SE ADAPTÓ A SU NUEVA FAMILIA
Nancy contó por qué llamó así a su mascota y cómo se adaptó a su nueva casa.
“Le pusimos Covacho porque acostumbrado a que otros perros lo mordieran para sacarle su lugar no quería moverse de su covacha (camita). Me habían dicho que comía muy poco, pero de repente quiso probar todo lo que yo le daba a Manu. Y demostró que se sentía un hijo más a las semanas, cuando se le dio por meterse entre los dos moviendo la cola cada vez que nos abrazábamos...”.
“Entonces pareció darle marcha atrás al reloj. Se puso fuerte, empezó a correr y a saltar. Y hasta aprendió a ladrar, cosa que al principio no hacía... Obviamente, se convirtió en el centro de la casa. Gozaba de sus paseos diarios a pleno. Y se hizo querer como nadie. Sin ninguna duda, era el mejor perro del mundo. Y el más bueno. Pero hace unos días, después de cuatro años de su llegada, decidió que ahora sí era el momento de partir. Estamos tristes, pero felices de haberlo conocido. Lo vamos a extrañar mucho. Y lo vamos a recordar con tanto amor como el que él nos dio a nosotros. Gracias por tanto, Covacho”, sentenció, a corazón abierto.