Este lunes, Gran Hermano retomó el “Congelados” y la primera entrar a la casa fue la mamá de Rosina Beltrán, que se acercó a su hija y la contuvo todo lo que pudo, pero los nervios la traicionaron y tan solo una palabra bastó para que fuese sancionada
La emisión de este lunes, Santiago del Moro envió a la mamá de la participante uruguaya, que la encontró “congelada” en el patio de la casa, bajo una nube de mosquitos, y aprovechó para reconfortarla mientras la joven se deshacía en lágrimas.
La mujer dio un paseo por la casa más famosa de la TV y regresó al lado de Rosina para despedirse, pero la participante no se aguantó y preguntó: “¿Mágica?”, en referencia a su gata por la que siempre pide en su camino al confesionario.
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Esto generó que Gran Hermano tomara medidas muy fuertes con ella, aunque, como le señalaron a la joven sus compañeros, por lo menos no fue expulsada de la casa.
“Quiero aclararles que las reglas del “Congelados” son muy claras. No se puede reaccionar, no se puede hablar, etc. ¿Eso está claro? Rosina, lamentablemente a tu madre le has preguntado por Mágica, que es tu gatita. Esto significa sanción”, le adelantó “El Supremo”.
“Mañana, no vas a poder participar de la prueba del líder. Tampoco vas a poder participar por la casa. Espero haber sido claro. Son las reglas”, cerró Gran Hermano. “Igual no me dijo nada... Lo único que dije fue, ‘Mágica’. O sea, se me escapó. Porque de verdad quería saber si mi gatito estaba bien”, se defendió ella, que más tarde estalló en llanto con sus compañeros a raíz de la frustración.
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