Mica Viciconte se cansó de que la critiquen por “vivir de canje”. Lejos de darle la espalda a los comentarios mala onda de los detractores, les hizo frente mediante un contundente descargo que compartió a través de sus stories de Instagram.
“A veces, recibo comentarios como ‘¿tu vida es un canje?’ Y, la verdad, que es feo leer esto porque no perjudico a nadie. Mi trabajo es redes genera mucho trabajo y a veces si una marca me ofrece o yo necesito algo, ¿por qué no ayudarnos entre ambos?”, expresó Mica, molesta.
“A veces, recibo comentarios como ‘¿tu vida es un canje?’ Y, la verdad, que es feo leer esto porque no perjudico a nadie”.
“Hoy está todo tan caro... A veces, a uno le gustaría tener ese dinero para poder comprarlo y no se puede ya que tenemos otras prioridades. Ojalá podamos estar bien y ayudarnos entre todos, qué tengan un lindo día”, cerró, reflexiva, tras desmentir que estaría viviendo una crisis económica.
¿MICA VICICONTE ATRAVIESA UNA CRISIS ECONÓMICA?
“Quiero hacer esta aclaración chiquitita. Vi una nota que me parece un papelón, es poco serio decir que estoy pasando por una crisis económica. Es una falta de respeto para los que no llegan a fin de mes”, comenzó diciendo la pareja de Fabián Cubero, con quien tiene a su hijo Luca, en varios posteos que subió a Instagram Stories.
“No tengo crisis económica. Dijeron que estoy vendiendo los premios de Masterchef. Tengo un solo trofeo que, por supuesto, no lo puedo vender, y no lo vendería. Y, aparte, ¿cuánto me pueden dar por un trofeo?”, agregó.
Luego, dejó en claro que cambiará de casa con su familia en el corto plazo: “Pero bueno, la cuestión es que me voy a mudar dentro de poco y hay muchos muebles que no entran o que no van, y se vendieron en su momento”.
“A veces, el error de muchos es pensar que, porque trabajamos en la tele somos millonarios y tenemos un sueldo tremendo, y ¡no! Somos laburadores, tenemos un montón de beneficios, que eso está buenísimo, pero sabemos cómo está el país, cómo están los ingresos, cómo cuesta ir a comprar algo. Lo sabemos”, continuó, tajante.
Y cerró, con su firme postura: “La realidad es que no tengo crisis económica, no me puedo quejar; tampoco me sobra el dinero. Pero no inventen. No me falta para comer, estoy bien y tranquila”.