Con más de dos décadas de carrera sobre sus hombros, Cristina Alberó se decidió a aceptar la propuesta que le hizo la revista Playboy en 1992, y la jugada no le salió mal ya que se convirtió en la tapa más vendida de toda la historia de la publicación en Argentina.
La actriz, de 77 años, visitó Entre nos y contó que la decisión para ella “era un riesgo porque yo era una actriz que trabajaba para las mujeres en ese momento haciendo un programa como El gordo y el flaco, y cuando la revista me lo propuso, yo lo tuve que pensar por esto del desafío”.
“¿Qué iban a pensar las mujeres a las que yo les dedicaba todo mi trabajo? Y además yo estaba haciendo el programa con Juan Carlos Mesa y Ginnni Lunadei que era absolutamente familiar, así que dije ‘Me las voy a jugar’”, agregó la intérprete.
Leé más:
Cristina Alberó, otra “Malparida”
CRISTINA ALBERÓ CONTÓ CÓMO FUE HACER LA TAPA DE PLAYBOY MÁS VENDIDA DE ARGENTINA
“A mí me gustaron siempre los desafíos: en su momento hacía novelas cuando eran un género menor. (…) Si no me interesa hacer algo, no lo hago. Nunca hice nada que yo considerara que debía hacerlo solo por dinero. Siempre entendía que todo es honesto si vos lo hacés con honestidad”, expresó Cristina.
“Tardé meses, y me llamó el director para preguntarme si lo iba a hacer o no (…) y fue en una época en la que yo había hecho un trabajo para tener una mejor calidad de vida y ser una mejor persona, y para mí sí fue un crecimiento”, agregó.
“Elegimos hacer una producción con los cuatro elementos, y yo me ocupé todos esos meses de borrar todos los prejuicios en mí, porque yo entendía que al hacerlo borraba los prejuicios en los otros. (…) Y una mujer uruguaya me dijo ‘Yo no vi una mujer desnuda, yo vi una mujer en libertad’”, cerró.
Leé más:
Daniella Mastricchio relató el drama que vivió tras Chiquititas: “Perdí todo, incluso a mi familia”
CRISTINA ALBERÓ RECORDÓ UNA DIVERTIDA ANÉCDOTA SOBRE SU DEFECTO EN LA VISTA
Cuando Tomi Dente quiso saber si es de conectar con las reacciones del público o bien si prefiere “la cuarta pared”, Cristina le recordó una divertida anécdota que le ocurrió debido a su miopía.
“Yo siempre fui muy distraída, como buena miope, hasta que me operó un médico que me recomendó Susana Giménez, a quien le agradezco”, recordó la actriz.
“Y al ser tan distraída, mucho no ves. Yo me acuerdo que cuando empecé a trabajar no sabía qué cara me ponía el camarógrafo, pero cuando me operé y empecé a ver las caras, dije ‘Ay, esto no le gustó’ y empecé a distraerme. Trato de que el exterior no me distraiga, y por eso me concentraba mucho en lo que hacía”, cerró la reconocida intérprete.