En sus últimos años de vida, Diego Maradona se reconcilió con sus hijos no reconocidos, puso todos sus negocios en manos de Matías Morla (o de Víctor Stinfale, según se lo vea) y abrió innumerables frentes de batalla, entre ellos contra Claudia Villafañe.
La demanda que el Diez le hizo en 2015 a la mamá de Dalma y Gianinna estaba motivada por la compra en 2003 de seis condominios en el estado de Florida con dinero de él cuando ya estaban separados, un reclamo que los herederos del exfutbolista continuaron debido a que pedían que se los incluya en la sucesión del ídolo.
En la demanda, Maradona acusó a Claudia de enriquecimiento ilícito, incumplimiento de deber fiduciario, robo y fraude, ya que alegaba que Villafañe los adquirió con su apellido de soltera “apropiándose indebidamente de fondos que le pertenecían a él” varios meses después de firmar el divorcio.
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Maradona y Claudia se casaron en 1989, se divorciaron legalmente en abril de 2000, aunque hacía años que se habían separado debido a la vida disipada del ex capitán de la Selección, y en 2013 llegaron a un Acuerdo de Conciliación Matrimonial que significó la distribución definitiva de bienes conyugales.
Maradona inició su demanda en 2015 alegando que Claudia había excluido las propiedades de la división de patrimonio conyugal, aunque ella las había adquirido cuando estaba legalmente soltera, y que lo había hecho con dinero que le había robado sin su conocimiento hasta ese momento.
Tras la muerte de Maradona en noviembre de 2020, Jana, Diego Junior y Dieguito Fernando se presentaron ante la Justicia de los EEUU patrocinados por el abogado Eduardo Rodrígue, que paradójicamente había sido contratado por Matías Morla, para continuar con ese reclamo.
Claudia Villafañe negó las acusaciones de Maradona (y de sus herederos) y señaló que los condominios fueron adquiridos con fondos propios y de su familia y en 2019 intentó traer la causa a Argentina, pero la Justicia norteamericana se lo negó.
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Finalmente, a ocho años del inicio de la causa, el juex Carlos López del circuito judicial 11 de Florida cerró la causa el pasado 20 de octubre “por falta de pruebas” y reforzó con el testimonio del propio Maradona, que dijo desconocer cómo había logrado Villafañe disponer de su supuesto dinero sin su consentimiento.
Entre sus fundamentos, López alegó que “el demandante no ha presentado ningún registro financiero, ni un solo extracto bancario, cheque, transferencia bancaria, registro de depósito de seguridad ni ninguna prueba de ningún tipo que pueda indicar que Maradona tenía posesión de los fondos en cuestión en el momento en que alega que fueron robados. Además, no hay evidencia ni remotamente que respalde su acusación de que Villafañe malversó fondos, y mucho menos por un total de millones de dólares”
Por otra parte, la causa por enriquecimiento ilícito se cayó debido a que prescribe a los cuatro años, y pasaron cerca de 23 años desde la fecha que el Diez señaló como la del posible ilícito que habría cometido su ex.
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