Luego de conocerse los datos preliminares de la autopsia que se le realizó a Silvina Luna con el objetivo de encontrar un nexo causal entre su deceso y el material que le inyectó Aníbal Lotocki cuando la operó más de una década atrás, Fernando Burlando dio detalles del calvario que sufrió la modelo en sus últimos años de vida.
“Silvina se quejaba muchísimo del dolor en la columna y en su pierna. Y en la autopsia se ve la bestialidad que se hizo sobre ella después de que le aplicaran un material duro de 11, 4 centímetros y aproximadamente 3 ó 4 centímetros, que estaba directamente apoyado en el ciático”, comenzó diciendo el letrado de Silvina en una nota que dio a LAM.
“Silvina se quejaba muchísimo del dolor en la columna y en su pierna. Y en la autopsia se ve la bestialidad que se hizo sobre ella después de que le aplicaran un material duro de 11, 4 centímetros y aproximadamente 3 ó 4 centímetros, que estaba directamente apoyado en el ciático”.
“Juro que a veces descreía de este dolor y lo digo lamentándolo porque a veces cuando te dicen ‘me duele acá’, decís ‘¿che, no estará exagerando un poco?’. Y no, ¡no exageraba! Era una bestialidad lo que tenía Silvina en ese ciático y lo que le generó, no solo dolor en lo físico, sino en lo intelectual por las incapacidades que se generaron a partir de eso”, agregó.
“Se constata en la historia clínica el tormento que sufría y que vivía Silvina Luna porque tomaba más de 10 medicamentos por día, mas allá de la diálisis”.
Y continuó: “En esta operación de autopsia ya se empieza a hablar de los granulomas y de todo lo que generaron esos granulomas. Se constata en la historia clínica el tormento que sufría y que vivía Silvina Luna porque tomaba más de 10 medicamentos por día, mas allá de la diálisis”.
“Eso no es salud para nadie por más de que esos medicamentos traten de salvarte la vida, no se habla de salud cuando una persona tiene que estar más pendiente de los horarios de recepción de un medicamento que de su propia vida. Y así vivió Silvina durante muchísimos años”, cerró Burlando, tajante.
FUERTE RELATO DE UN CIRUJANO QUE ATENDIÓ A UNA EXPACIENTE DE ANÍBAL LOTOCKI
En medio del escándalo social y judicial que enfrenta Aníbal Lotocki tras ser señalado como el responsable de ejercer mala praxis en sus pacientes (muchos de ellos víctimas fatales como Silvina Luna y Mariano Caprarola), se conoció el testimonio de Andrés Felipe Díaz Paz, un cirujano que operó a Beatriz después de haber pasado por las manos del cuestionado médico.
“Nunca encontramos una sustancia líquida. Cuando ingresamos a cirugía, lo que veíamos era unas calcificaciones en todo el tejido muscular”, comenzó diciendo el profesional especialista en cirugía plástica en América Noticias.
“Nunca encontramos una sustancia líquida. Cuando ingresamos a cirugía, lo que veíamos era unas calcificaciones en todo el tejido muscular”.
“Entonces, no se podía desprender la sustancia libre del resto del tejido. Siempre era algo compacto, macizo y eso hacía que fuera imposible llegar a determinar qué era porque ya estaba impregnado e invadía gran parte del músculo”, agregó.
“No se podía desprender la sustancia libre del resto del tejido. Siempre era algo compacto, macizo y eso hacía que fuera imposible llegar a determinar qué era porque ya estaba impregnado e invadía gran parte del músculo”.
Y siguió: “En este caso, había calcificaciones sobre todo el tejido muscular e incluso, costaba muchísimo cortar ese tejido con el bisturí, tanto que tenías que amputar parte de ese tejido muscular para poder removerlo completamente”.
Por último, Díaz Paz dio a conocer la tremenda impresión que se llevó en plena intervención a la expaciente de Lotocki: “Desprendía un olor que nunca en la vida me lo voy a olvidar, era totalmente penetrante. No era olor a infección, era un olor a químico, una reacción química, que hasta el día de hoy, nunca lo he sentido”.