La ilusión de que Silvina Luna saliera de la terapia intensiva nunca se le había ido a Gustavo Conti, y esa misma expectativa fue la que el actor confesó haberle transmitido a su amiga en la última charla mano a mano.
“Le dije que íbamos a comer un asado en casa”, recordó la conversación con alegría.
Entonces, reprodujo sus palabras: “Gordita, dale que te voy a preparar un choricito y una morcilla”.
“¡Y se cag... de risa! Me dijo: ‘invitalo a comer a Ezequiel (Luna, su hermano) también’”, replicó las palabras de Silvina en el living de Cortá por Lozano.
“¡Y se cag... de risa! Me dijo: ‘invitalo a comer a Ezequiel también’”.
“Sí. Vamos a comer todos”, concluyó Gustavo Conti sobre su última charla con Silvina Luna en el Hospital Italiano.
GUSTAVO CONTI CONTÓ DETALLES DE SU VISITA A SILVINA LUNA EN TERAPIA INTENSIVA
“Ella estaba débil cuando la vi, pero para mí iba a arrancar…”, expresó Gustavo sobre el delicado estado de salud de Silvina.
Por eso, Conti justificó que en la última internación solo haya ido una vez a ver a Luna: “En una visita ella se cansaba, no quería que la vean mal. Fui, la vi… Era ir a hincharla también. Aparte, era molestar al hermano que la estaba bailando”.
“En una visita ella se cansaba, no quería que la vean mal. Fui, la vi… Era ir a hincharla también”.
Al final, Gustavo Conti se resignó a acompañar a Silvina Luna a la distancia: “¿A qué iba a ir? Fui, la vi, sabían que estaba a disposición… Estaba el grupo de amigos interno que estaban a sol y sombra, que era necesario por una cuestión de salud para el hermano”.