Inés, la segunda hija de Darío Barassi con Lu Gómez Centurión, cumplió un año. Muy cariñoso, su papá posteó en Instagram tiernas fotos que ilustran los momentos más felices vividos juntos en este último año y le dedicó un emotivo mensaje.
“Budín mío. Los mejores jamones y cachetes del condado. La reina de la dulzura, los abrazos, los arrumacos y los besos sopapa. Hoy cumplís tu primer año y todo por acá es felicidad. Vos sos felicidad. Tenés la sonrisa más gigante del mundo y la carcajada más tímida que siempre va de menos a más. La ternura alcanzó una nueva definición con tu mirada. Esa boca tan perfecta que alberga un sinfín de dientes gigantes que serán el festín de tu ratón Pérez en unos años”, le dedicó el papá de Emilia, su primera hija con su esposa Lu.
“Budín mío. Los mejores jamones y cachetes del condado. La reina de la dulzura, los abrazos, los arrumacos y los besos sopapa. Hoy cumplís tu primer año y todo por acá es felicidad”.
“Tus pies de empanadas a los que les haría el repulgue día y noche son mi banquete cada mañana. Tus manitos calentitas son la caricia que siempre necesito. No sé qué estoy escribiendo, la idea era hacer un posteo deseándote feliz cumpleaños y bajo esa excusa dejar plasmado eternamente todo mi amor hacia vos, pero no puedo más que describirte y babear mientras lo hago. Me tenés loco, me conquistaste”, siguió Darío, muy cariñoso.
DARÍO BARASSI CONTÓ CÓMO CAMBIÓ SU VIDA A PARTIR DEL NACIMIENTO DE EMILIA
Darío contó que el amor se multiplicó cuando nació su hija Inés.
“Pensé que no tenía capacidad para amar a más nadie en el mundo, apareciste y partiste todo al medio haciendo de este universo y de este hombre una mejor versión. Me descompone tu meneo con cualquier música o ritmo que suene, tus anocheceres de karaoke con el micrófono de voz de ardilla donde clavás unos agudos y unos solos dignos de denuncias vecinales. Cada vez que finjo un llanto corres a abrazarme y esa es tu descripción perfecta”, expresó.
“Pensé que no tenía capacidad para amar a más nadie en el mundo, apareciste y partiste todo al medio haciendo de este universo y de este hombre una mejor versión”.
“Sos amable, tierna, compañera, dulce y atenta. Adicta a las harinas, gran dormilona, curiosa pero pancha, con personalidad marcada, con ritmo propio, única y distinta, bella morocha de piel color talco, copada, dueña del olor más rico del mundo, risueña, calma, serena y decidida. Hija ejemplar y hermana adorable. Inés, te amo. Con locura te amo. Para siempre te amo. Gracias por llegar, te estábamos esperando. Primer año cumplido”, sumó, muy dulce.
Y cerró: “Qué linda es la vida con vos. Festejá amor mío que de eso usted sabe... Por ahora no creo que puedas pensar tus deseos, igual olvídate que en mi listado de pendientes está ocuparme de hacer real y posible todo lo que se te cruce por el corazón y la cabeza. Coma rico, baile mucho, estrene triciclo, grite y robe galletitas. Hoy es su día. Mañana y el resto de los días también, pero sh, ese es nuestro secreto”. ¡Felicidades!