Todo lo puede: los famosos lo eligen como su representante legal, en Bendita despliega su lado más histriónico e incluso pronto se probará en las tablas con Panam por una buena causa, en una función especial a beneficio de la sala de terapia infantil del Hospital de Tandil. En un descanso de su agitada rutina laboral, Mauricio D'Alessandro (56) se animó al Cuestionario Sexy de Ciudad.com.
Divorciado, padre de tres hijos y felizmente en pareja con la también abogada Mariana Gallego, reveló su lado más deconocido: cómo fue su despetar sexual, su etapa onanista de la adolescencia, cómo descubrió el punto de máximo placer de ellas y su curioso fetiche por la lencería de lujo.
"Mi debut fue con una compañera de clases particulares a los 15 años, al aire libre en los cerros de Tandil y estoy seguro de que ella ya había estado con varios compañeros también. ¡Era la compañera que todos querían tener!".
1) ¿Cómo fue tu primer beso?
-Fue con una compañera de séptimo grado, se llamaba Adriana y fue un lindo momento. Ella era muy linda y muy tímida, y se dio jugando Verdad Consecuencia. Me tocó consecuencia, pero fue un beso buscado. Un día nos juntamos a estudiar y nos pusimos a jugar nosotros solos, tiramos 10 veces la botella hasta que nos tocó.
2) ¿Cómo recordás tu primera relación sexual?
-No fue pagando, un milagro para esa época porque en Tandil, donde nací, era muy común. Fue con una compañera de clases particulares a los 15 años, no fue planificado, y se dio al aire libre en los cerros del pueblo. Estoy seguro que ella ya había estado con compañeros de clases particulares que también habían tenido la suerte de compartir la intimidad con la chica. ¡Era la compañera que todos querían tener! (risas). Era rubia, con muy buen físico y muy agradable, simpática y buena persona.
3) ¿Qué fantasías sexuales cumpliste y cuáles te faltan?
-Cumplí muy poquitas. Soy de Tandil y de una generación con muy pocas fantasías, me faltan cumplir todas, porque no cumplí ninguna. La gente del Interior y de mi generación no tiene una gran imaginación en esas cuestiones.
4) ¿Qué opinás de la masturbación? ¿La practicás?
-No ahora, pero la he practicado mucho y con mucha intensidad en la juventud. Eso también es muy propio del Interior, de la gente de campo, porque en esa época era muy difícil tener relaciones sexuales y la gente no estaba tan predispuesta a tenerlo. Era un tema que no se hablaba, ni tu padre te lo mencionaba. De todas formas creo que es sana.
"A veces tengo la curiosidad y si aparece Youporn miro, pero no una película entera. Me cago de risa, miro un ratito y puedo llegar a mirar los trailers de 5 minutos, pero nada más. Ni siquiera tengo el canal condicionado".
5) ¿Alguna vez fuiste infiel? ¿Tuviste que perdonar una infidelidad?
-No he sido infiel, ni nunca lo han sido conmigo. Tuve una suerte bárbara. Si se diera, creo que podría perdonarle a mi pareja una infidelidad fácilmente, porque creo que es más importante la lealtad que la infidelidad. El hecho de tener una relación no debería ser tan complejo, soy abierto y no me parece que alguien no pueda perdonar una relación ocasional con una persona. En cambio, que tu pareja te engañe con tu mejor amigo o tu mejor amiga, es un acto de gran deslealtad.
6) ¿Consumís pornografía?
-En esta época no, pero si en mi juventud cuando todo lo que uno podía conseguir eran revistas. Las teníamos que conseguir afuera en Chile o Perú y me acuerdo de que cuando fui con mi viejo a Perú a los 12 años me traje un container. A veces tengo la curiosidad y si aparece Youporn, miro, pero no una película entera. Me cago de risa, miro un ratito y puedo llegar a mirar los trailers de 5 minutos, pero nada más. Ni siquiera tengo el canal condicionado.
7) ¿Cuál fue tu mayor aprendizaje a la hora del sexo? ¿Pudiste descubrir el famoso punto G de ellas?
-Lo importante es lo previo, el diálogo y una buena sobremesa. Las manos son muy importantes en la intimidad. Si a los 56 años no descubrí el punto G, me tengo que suicidar (risas). Es una cosa elemental que yo estudiaba cuando era pibe en la revista Selecciones de Reader's Digest. Es una superficie rugosa en la cara anterior de la vagina, eso era lo que decía (risas). La práctica fue fundamental para corroborar lo que decía la revista, porque no venía como la Mecánica Popular donde podías hacer un helicóptero con una licuadora vieja (más risas).
8) ¿Quién era la famosa que en tu adolescencia te ratoneaba? ¿Y cuál es la de ahora?
-, una actriz francesa que ahora está un poco vieja, pero mirá si sería linda que Hermés hizo su cartera más reconocida con su apellido. Era castaña, ojos claros, alta y unos años más grandes que yo, preciosa. De ahora, me gusta Jennifer Aniston porque es igual a Mariana Gallego, mi mujer (risas).
"Me interesa mucho la lencería, soy un gran cultor. Me meto siempre a Victoria's Secret y elijo solo. Me gusta mucho el famoso hilo dental".
9) ¿Cuál creés que es tu gran atractivo? ¿Genera fetiche la imagen del abogado?
-Soy infalible en mujeres de más de 50 años hasta 75, decayendo a partir de los 80 (risas). No suelo ir a cenas donde hay amigos míos con mujeres de más de 50 porque canto muy bien las canciones de Leonardo Favio, tengo tres canciones en el repertorio y cuando llevo mi equipo de karaoke, eso es infalible. Nunca salí con una clienta, pero la imagen del abogado a las mujeres les provoca algo, porque podés protegerlas del tema del divorcio.
10) ¿Con qué ropa te gusta que te seduzcan y cuál es la que preferís usar vos para esos momentos?
-Me interesa mucho la lencería, soy un gran cultor. Me meto siempre a Victoria's Secret y elijo solo. Me gusta mucho comprarles el famoso hilo dental (risas). Yo uso bóxer, eso es lo mío. Otra cosa que hago muy bien es pararme en el marco de la puerta, apoyar una mano ahí, flexionar una pierna y levantar el pubis. Es un recurso que me enseñó Beto Casella, que "te alarga" dos centímetros y medio a la visión.