La vida de Carlitos Tevez (31) cambió rotundamente desde que se mudó a Europa en 2006. Luego de su exitosa experiencia en el Corinthians brasileño, el Apache desembarcó en el West Ham de Inglaterra.
Allí no sólo creció (más) como futbolista, sino también como persona. Junto a su familia se quedó viviendo en el Reino Unido hasta 2013, para luego mudarse a Turín, ciudad de la poderosa Juventus, equipo donde actualmente juega y va camino a otro título.
Pero además de jugar a la pelota, Carlitos se acostumbró a vivir cerca del arte, y en una de esas experiencias quedó fascinado. Tevez contó en el diario El País de España: "Cuando fui al Vaticano a visitar al papa Francisco, lo primero que vi ni bien entré a la Capilla Sixtina fue un fresco en el techo, de La Resurrección de los Muertos. Me impactó mucho. En la tienda de souvenires me compré un libro del Vaticano y cuando lo abrí, lo primero que apareció fue otra vez la imagen esa. Y dije: 'Me la tatúo en mi espalda'".
El futbolista cumplió y fue a ver a Piotrek Taton, un famoso tatuador, y le pidió que le dibuje en su espalda una reproducción de la obra. Carlitos reveló: "Tardó un año en hacérmelo, porque eso va por sesiones. Y duele mucho, mucho".
¡Impresionante!